El respeto que todos y cada uno de los toreros se merecen solo por el hecho de ponerse frente a un toro, no ha de ser obstáculo para poner de manifiesto que en nuestra modesta opinión, Zamora merece mejor consideración por parte de la empresa que regenta la plaza de la capital cuyo nombre estamos deseando olvidar: Eventauro, que, llegó hace cinco años a esta ciudad con la promesa de "invertir" en Zamora, y sin duda alguna, ha sido Zamora quien ha invertido en ella.

Esa apuesta a medio plazo que anunciaron, nunca mejor dicho "a voces", quedó al descubierto nada más desembarcar en la calle de la Amargura, con prácticas y fórmulas que "mano a mano" con la gerencia de entonces, ya se vislumbraban que más que un brindis al sol, eran desagradables tomaduras de pelo, año tras año y para mayor tristeza, con la complicidad y visto bueno del Ayuntamiento.

Cinco años, cinco, que esperamos den paso tras la finalización del contrato de arrendamiento del inmueble a nuevas personas, que conozcan bien esta ciudad y esta plaza; que se ilusionen por recuperarla, y que, defendiendo legítimamente sus derechos, entre ellos el económico como empresas que son, apuesten de verdad por Zamora (por sus profesionales y por sus aficionados), para ver desfilar en su feria a las máximas figuras y a las ganaderías punteras, como hasta hace pocos años sucedía (y sin subvención municipal), tanto en San Pedro como en la perdida feria de septiembre.

Y así, con datos objetivos como son los carteles de ferias de nuestro entorno, algunas con población mucho menor que la nuestra, podemos comparar y ver dónde está la apuesta por esta plaza: Ledesma, localidad vecina que cuenta con 1.900 habitantes, disfruta de una corrida con toros de Victorino Martín. Arévalo con 8.000 habitantes tiene dos corridas con toros de la que podemos decir es la ganadería numero uno del momento: Domingo Hernández-Garcigrande para los matadores Enrique Ponce y Finito de Córdoba. En el segundo festejo, el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza y cuatro toros de otra gran casa ganadera "El Pilar" para los diestros Juan Diego y Alejandro Talavante.

Con una población de 41.000 habitantes, Soria celebra tres corridas de toros y dos novilladas, destacando la presencia por un lado de novilleros de la tierra y por otro ganaderías tan destacadas como Adolfo Martín y El Torreón para matadores en tan buen momento como David Mora, o el mexicano Joselito Adame, habiendo conformado un cartel para el mismo día de San Pedro con Sebastián Castella, Iván Fandiño y Alejandro Talavante. Ávila con 60.000 habitantes se ha vestido de gala para celebrar una feria de tres festejos en este mes de junio: corrida de toros con Ponce, César Jiménez y Alejandro Talavante, más dos novilladas.

En la vecina León, este viernes, 20 de junio, festejo de rejones para Andy Cartagena, Diego Ventura y Andrés Romero. Al día siguiente toros de Jandilla para Juan José Padilla, "El Fandi" y Miguel A. Perera, dos veces por la puerta grande de Madrid durante la recientemente finalizada feria de San Isidro. El domingo, con todo el papel vendido, el torero de Galapagar, José Tomás como plato fuerte compartiendo cartel con David Mora e Iván Fandiño.

Y a los datos anteriores, hay que acompañarlos del elevado coste de las entradas a las que está sometida la afición zamorana. En cualquiera de las plazas anteriores, y para festejos de categoría, se puede adquirir entradas por 15 euros. En Zamora, Eventauro piensa que el dinero mana del río Duero y establece 25 euros como precio más bajo, para una grada de sol en la que sufrir 40 grados de temperatura.

Y ejemplos de que las aficiones merecen mejor consideración, son los de Plasencia y Toledo, ferias regentadas hasta el pasado año por esta misma empresa, dejadas tras su paso "para el arrastre" y que con la llegada de nuevas personas acartelan a "El Juli", Perera, Talavante, Pablo Hermoso o Castella entre otros.

Durante cinco largos años, esta empresa ha "toreado" a Zamora, a su ayuntamiento, a su plaza, a sus toreros y a su afición, eso sí, en ocasiones, con el beneplácito de algunos y algunas que podían haberlo evitado. Cinco años cinco, "amenazando" con dejar Zamora. Eventauro: ¡Puerta!