Defendía en un anterior artículo que es ahora el momento de hablar y de actuar en el Lago. ¿Acaso no es el principal activo que tenemos en el sector turístico? Y estamos en vísperas de la línea de AVE. En una época de crisis general como la actual afloran problemas que estaban ocultos para la mayor parte de los ciudadanos.

Es sintomático el caso del fallo en las redes de saneamiento que afectan al Lago, pues aparece como una falta de previsión y de deficiente mantenimiento y la sospecha de una regulación técnica inadecuada.

Ojalá que este fallo sea un caso aislado y que la respuesta por parte de la Junta inicie la tarea de puesta al día de este tipo de instalaciones. Lo que esbozo en este artículo, es una propuesta para el futuro del Lago, y de su entorno. Y con este objetivo, el de implicar a la Junta en su seguimiento y apoyo decidido para cambiar la suerte de este paraje, sometido anualmente a un uso intensivo durante el verano.

Se trataría de crear una empresa pública por parte de la Junta de Castilla y León dirigida y financiada por ella, con la participación de representantes de la sociedad civil de Sanabria. Esta empresa se ocuparía del desarrollo de la región, y llevaría la coordinación con la Ordenación del Territorio Regional. Esto puede suscitar cierta sorpresa, por estar la propia Junta al tanto de tal tarea. Pero habría que recordar que en los años 90, se le ofreció a Sanabria un Plan de Desarrollo Turístico, financiado y diseñado por un equipo nominado por la Comunidad Europea. Se iniciaron trabajos previos de información, pero nuestros responsables provinciales no pudieron o no quisieron responder al envite y el dinero se fue a otro país. Por todo ello, el primer cometido de la empresa sería recabar la información de los datos socioeconómicos de esta zona denominada del Lago, y que sirviesen para asegurar la viabilidad de la propuesta actual.

Este Plan se basa sobre las siguientes premisas:

El actual desarrollo turístico de Sanabria recae casi exclusivamente en la actividad veraniega sobre las playas del Lago. Este monocultivo provoca un desequilibrio en la demanda de bienes y servicios en la región. Además la temporada útil de aprovechamiento turístico no alcanza a un mes.

El Plan que se expone a continuación se propone:

-Elevar el nivel de calidad de servicios e instalaciones que componen la oferta de tipo turístico, con el desarrollo del nuevo modelo.

-Ampliar la oferta de las actividades que pueden entrar a componer actividades vacacionales actualmente inéditas.

-Introducir criterios más modernos que los meramente funcionales en el diseño de edificios, redes, equipamientos y elementos paisajísticos diversos.

Las zonas de actuación directa serían las correspondientes al propio Lago, a sus orillas y zonas de ribera, y a los terrenos rústicos adyacentes y los terrenos baldíos y parcialmente ocupados del antiguo Ribadelago. Sobre estos terrenos incomprensiblemente abandonados se erigiría la pieza clave de este nuevo ente del Lago.

Se construiría un hotel de cinco estrellas, sobre un parque, con acceso para embarcaciones, piscina, campo de golf y galería comercial. Se diseñaría un pequeño poblado para viviendas permanentes del personal con comercios de barrio y bloques de dos o tres alturas. Este poblado tendría una amplia plaza, en comunicación con un muelle para embarcaciones.

Se invitaría al Museo del Prado para que abriese una sucursal, como la que ha abierto el Louvre en un pueblo del norte de Francia.

Se negociaría con las autoridades del deporte, para que se abriese aquí una residencia y escuela de remo, con las instalaciones de entrenamiento.

La clave para hacer viable este desarrollo, residiría en un nuevo acceso vial, que recorrería la orilla en la falda del monte de San Martín, en una cota cercana a la superficie de las aguas. Este acceso además de servir para circulación rodada, contendría otros para peatones y senderistas. Contados bares jalonarían este recorrido. La iluminación nocturna del vial añadiría un atractivo inédito al viejo Lago y ayudaría a descongestionar el acceso principal de actividad veraniega actual.