El Consorcio Provincial del Macrovertedero de Recogida y Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos de Zamora se han convertido en el espejo más claro donde han de mirarse algunos ayuntamientos y mancomunidades para, de una vez por todas, asumir su mala gestión, esa que le ha llevado a deudas millonarias que algunos incluso reconocen nunca van a poder asumir. Ello, problema de cada cual, es un descaro para otras entidades como Tierras de Aliste y Tierra de Tábara que no solo pagan al día lo que les corresponde sino que se permiten el lujo en estos tiempos, duros, de recortes, el cerrar sus ejercicios económicos con superávit. Tienen razón los alcaldes alistanos, tabareses y albarinos, la amplia mayoría un ejemplo de buenos gestores, cordura y sentido común, no se trata de recetas mágicas sino de puro sentido común: solo consiste en no gastar nunca más de lo que se ingresa. El Consorcio ha subido este año la tasa por el tratamiento de residuos 37 euros por tonelada, equivalente al 23,5%. Las cuentas son claras, con los nuevos precios de tratamiento, más el servicio de recogida, cobrar menos de 8 euros por habitante, supone a las mancomunidades perder dinero y eso la ley no lo va a seguir permitiendo. Hasta ahora muchos ayuntamientos asumían parte del coste con fondos propios: hay ayuntamientos como Vegalatrave donde las familias abonan 20 euros. La realidad es que, Aliste, Tábara y Alba, cobran menos de 45 por vivienda es deficitario. La Ley de Estabilidad Presupuestaria deja muy claro que no se puede gastar lo que no se tiene. Dicen en Aliste que el que gana tres y gasta cuatro en su vida tendrá un cuarto. La recogida de basuras como otros servicios son imprescindibles en los pueblos, bien es verdad, que las familias tampoco están para muchos impuestos. Alcaldes y concejales han de trabajar duro, de hecho lo hacen, para darles servicios a bajos costes y ello solo se conseguirá no despilfarrando en cosas innecesarias. Se acabaron las vacas gordas.