Se va uno unos días y además está lo suficientemente ocupado como para no poder mantenerse convenientemente informado y al día de lo que pasa por aquí y cuando vuelve se encuentra con casi todo patas arriba. Vamos, que lo primero ha sido pensar que esto no es normal, no puede serlo. El acelerador de partículas parece haberse desatado y en su centrifugado está revolviéndolo todo.

En Europa, Alemania amenaza con entrar en recesión de puro empacho merkeliano y provocar el caos definitivo en la zona euro. Mientras, Berlusconi reaparece, de momento sin acompañamiento visible de velinas y con el solo anuncio de su movimiento pone en jaque a toda la tecnocracia europea y en mate a los que más criticaron que Bruselas sustituyera un Gobierno político y electo por uno burocrático con Monti a la cabeza y ahora lo defienden casi como si fuera un caudillo.

En España, lo que hace unos días era un tropiezo injustificable y absurdo del ministro de Justicia con la intolerable ley de tasas, se ha convertido en un despropósito alevoso que el ministro adorna con descalificaciones a diestro y siniestro. Excusas de mal pagador para justificar su pretensión de dar muerte a la igualdad ante la ley, por si ésta no estuviera ya suficientemente maltrecha tras tantas reformas sucesivas y no siempre oportunas.

Al rey lo van a informar por correo certificado del nombramiento de un presidente de comunidad autónoma. Al ministro de Educación, nuestros siempre ponderados progres, lo ponen en la picota por ocurrírsele plantear, qué osadía, que no haya un solo niño en España que no pueda recibir su educación en español si así lo desean sus padres y la líder de su partido en Cataluña se queja de que Wert no le ha consultado a ella qué hacer. Faltaría más, debe decir Sánchez Camacho, que un simple ministro se dedique a proponer normas sin consultarme a mí que soy, que soy? bueno, ¡que soy!

La izquierda arremete contra la tercera autoridad del Estado por, otra tropelía, ocurrírsele felicitar la Navidad (o sea, la Natividad, el nacimiento de Jesucristo) con una postal que representa el Portal de Belén. Qué nivel.

Dimiten un destacado miembro del Congreso, no se sabe bien si por chantajista o por tonto, más bien parece esto último. El presidente de la Diputación de Gerona por una denuncia de acoso sexual. El presidente del Parlamento balear lo hace por una imputación en un caso de corrupción. El alcalde de Sabadell deja el cargo «por unos días», más corrupción. El infante-consorte Urdangarín anda por ahí. Mas fija en Suiza la capital de Cataluña y Oriol Pujol comparte con José Blanco sumarios de Campeón? Y de haber estado desconectado unos meses, me hubiera costado creer que un Gobierno que se suponía mínimamente liberal haya subido nada menos que 28 tributos en menos de un año? Vivir para ver.

www.angel-macias.blogspot.com