En una misma página de periódico caben dos noticias -entre otras-, una mala y otra buena. La mala es la noticia, tan frecuente por desgracia, de que «los cánidos» -así no se dice la palabra «lobos», a los que debe protegerse- han matado seis ovejas, ahora en una granja de Vegalatrave. Se habla tanto de los lobos y de su impunidad que no merece la pena insistir en la conveniencia de que los ganaderos puedan ejercer libremente el derecho de legítima defensa. Esta se puede ejercer contra las personas y tiene validez; pero con animales dañinos hay que someterse a un cupo, ridículo tal vez; pero los ecologistas no ven las ovejas o cabras muertas. ¡Que se fastidien los «capitalistas» ganaderos y sigan perdiendo el fruto de sus desvelos! Mejor será hablar de la noticia buena que aparece en la misma página de La Opinión-El Correo DE ZAMORA. Esa se presta a la alabanza y a la puntualización sobre el papel de la Administración en el principal problema que afecta perjudicialmente a la sociedad española. El Ayuntamiento de Coreses, ese pueblo zamorano asentado cerca de la recta en la carretera (esa recta que anima a pisar el acelerador con las consiguientes malas consecuencias) ha decidido llevar a cabo empresas que merecen consideración aprobatoria. En primer lugar, en vez de dedicar la estupenda llanura a construir un aeropuerto tan inútil, seguramente, como el de Castellón o el de Ciudad Real, ha transformado el suelo agrícola en suelo industrial. Los 70.000 metros cuadrados que casi han permanecido «baldíos» han sido declarados «suelo industrial» por la Corporación municipal al frente de la cual se halla don Luis Hernández. Y ese suelo industrial consta de 36 parcelas libres de una extensión aproximada de 2.000 metros cuadrados cada una. Seguramente las 36 industrias sitas en ese terreno serán más productivas (engendrarán más riqueza para el pueblo y crearán más puestos de trabajo) que un aeropuerto destinado a unos pocos viajeros al mes, o a la semana. Otro Ayuntamiento, o mejor un Ayuntamiento de años pasados tal vez hubiera ideado el medio de crear empleo aumentando el número de «funcionarios» municipales «a dedo»; pero el Ayuntamiento de Coreses ha optado por una solución más aceptable y que debe servir de ejemplo a otros órganos de la Administración municipal, provincial, autonómica o estatal. Y aquí está la noticia que comento. A la actuación de la Corporación municipal de Coreses ya han respondido dos empresas. Una, clasificada en el grupo de la industria láctea -Lácteas Revilla-, instalada ya en Villarrín de Campos, ampliará con una fábrica de quesos con 30 empleos de nueva creación. Otra empresa de Huelva ha mostrado su interés en ocupar lugar en esos terrenos. Se encuentran en fase inicial los contactos de esta empresa onubense y, en consecuencia, se desconocen todavía detalles tan interesantes como la actividad que va a desarrollar y el número de puestos de trabajo que crearía. Pero ya el interés por la situación es un punto importante y prometedor. Porque el Ayuntamiento de Coreses -y ahí está plasmado el papel de la Administración- ofrece, en principio, dos interesantes ventajas: En nuestro país, en el que crear una empresa supone un tiempo considerable, Coreses ofrece practicar agilidad extraordinaria en los trámites burocráticos: Lácteas Revilla, que ocupará una superficie de cuatro hectáreas, va a comenzar sus actividades a primeros del año 2013 (y estamos ya en diciembre de 2012). Además de esa importante ventaja, ofrece el Ayuntamiento de Coreses, en virtud del convenio suscrito con la Organización de Profesionales y Autónomos, «rebajas fiscales, tanto en el impuesto de construcción como en todos aquellos en los que la Corporación municipal tenga margen para reducir». Aquí está el secreto de la verdadera actuación de todas las administraciones para crear empleo: En lugar de gravar al erario público con sueldos de empleados, agilizar los trámites de licencia de apertura y reducir los impuestos que estén en la capacidad de cada una de las organizaciones de la Administración Pública. La creación directa de empleo está en la valentía de los empresarios para invertir su capital en empresas dinamizadoras de los productos regionales y empleadoras de los hombres del lugar. ¿Cuántos empleos supondrían en Coreses multiplicar 30 puestos de trabajo por 36 empresas? Ayuntamientos de nuestra amada Zamora: ¡Que cunda el ejemplo de Coreses!