El pasado día 15 Trabazos clausuró con toda solemnidad el programa de actos y celebraciones organizado para darle el más alto nivel al llamado Día de la Comarca. Es una auténtica trilogía de valores que forman Aliste, donde nos encontramos en este caso junto a Tábara y Alba, asentados sobre una geografía que, como escenario, es difícil superar. Y como tal la historia se asentó sobre ella y se ha desarrollado con tal fuerza como intensidad desde los tiempos más remotos de la historia de nuestra inigualable península ibérica.

Y hasta tal punto la historia desde la Edad Antigua se fijó en ella que nos bastaría recordar cualquiera de sus detalles para situarnos y explicarnos de paso las cosas más peregrinas y los episodios más alucinantes... La historia siempre se ha escrito y ha dejado sus testimonios a lo largo de los caminos, y justamente en este caso y por esas célebres tierras Roma marcó el que llamamos el Itinerario XVII que desde la capital de la Gallecia, Asturica Augusta venía por estas tierras camino del convento jurídico Bracara Augusta, hoy Braga. Portugal entrando en este vecino reino por el actual Modones más o menos, itinerario que nos recuerda el Misario que guarda celosamente el ábside de la iglesia parroquial de San Vitero.

Por esa vía custodiada celosamente por las Legiones Romanas, pasó todo el oro que durante dos siglos salió de las Médulas, auténtico testimonio histórico.

Cuando la Raya cruzó esa Vía, corto una más de las raíces de ambos lados, que siempre tardan tiempo en rehacerse y recuperar su salud averiada por esos desaguisados fruto de las sucias manos que enajenan y escriben en las páginas de la historia.

Trabazos, asentado sobre esa geografía en la que la historia depositó a su paso, tiene esos ricos legados que han constituido la fuerza motriz que bien dirigida ha dado los frutos generosos. Solo la constancia, la entrega generosa y la lealtad y fidelidad a esos principios que nos recuerdan desde San Pelayo a la Soledad. Es esa la soledad que aún en los momentos más difíciles Trabazos ha convertido en la bandera de su trabajo, y sobre ella han surgido esos caminos casi de leyenda que aglutinan, atraen y enriquecen casi sin darse cuenta.

Son abanderados de la fe en la constancia y en el trabajo, y ofrecen en ese cada día de siempre esos resultados no solo ejemplares, sino también dignos de ser considerados y respetados con verdadera emoción y agradecimiento.

Nuestro Trabazos ya es una auténtica referencia a uno y otro lado de la Raya, y es mucha su atracción para esas tierras hermanas que los caprichos de los hombres que nunca debieron hacer historia. A pesar de sus tremendos errores, ha configurado y a la vez convertido en triste hechos históricos, algo que no debió pasar de un sencillo error o capricho temporal. La Raya, gracias a esa labor que la cultura ha despertado, desenterrado y puesto al alcance de todos con la sencillez de lo auténtico y la categoría de lo trascendente, ha comenzado hace ya tres décadas sus campamentos de lucha abierta por la cultura común. Hoy hemos de reconocer a nuestro Trabazos como el gran adelantado que sigue el Camino del Sol, camino que han seguido siempre la cultura y el pensamiento, e incluso los grandes imperios de toda clase, espíritu y trascendencia. Trabazos es ya un hito en la historia de la Raya, sigámosle.