Piensa usted que esta tierra está cada vez más deshabitada? Se equivoca de pe a pa. ¿Cree usted que su población envejece y que, en algunos lugares, para encontrar jóvenes hay que ir con la linterna de Diógenes? Yerra más que un borracho frente a una cerradura nueva. ¿Tiene miedo de que el futuro sea un desierto habitado por la Tercera Edad? No se preocupe, duerma tranquilo y aleje todos esos fantasmas de su cabeza. No hay nada que temer.

La llamada Agenda de la Población acaba de decirnos que, en lo tocante a evolución demográfica, Castilla y León va viento en popa, mejor que la media española y que no sé cuantas regiones europeas. Las medidas adoptadas han dado sus frutos; las que no se han tomado, también y las que se pondrán en marcha en el futuro rozarán el milagro. Es probable, incluso, que las abuelas den a luz gemelos. No importa que, en el último año, la región haya perdido 1052 habitantes. Eso lo hacemos para disimular, para no suscitar envidia (que es uno de los siete pecados capitales y puede mandar al infierno a mucho personal), para que nadie copie ninguna de las 118 medidas incluidas en la citada agenda, 70 de las cuales se han desarrollado ya y otras 28 se han ejecutado parcialmente. En dos palabras «im-presionante». Tan impresionante que el propio consejero de Presidencia, y portavoz de la Junta, acaba de calificar con un «notable» el funcionamiento de la Agenda de la Población en su primer año de vigencia, ese en el que se nos han esfumado más de mil personas. ¿Y cómo es posible que, habiendo perdido 1052 habitantes, califiquemos con un notable ese período? Misterios de la política y del enredo de los números. Usted coge un estudio cualquiera; lo cocina; lo revuelve; lo llena de porcentajes y comparaciones; lo colmata de flechas, gráficos, puntitos y colorines; lo salpimienta con un chorrito de demagogia y lo adorna con un par de titulares atractivos y contundentes. Verbigracia: Más tasa de nacimientos que la media nacional; mayor llegada de inmigrantes que al resto de España; nuevas medidas para taponar la sangría juvenil?

Con todas estas mimbres nos sale un balance tan positivo que avala el éxito del plan aplicado, en este caso, la Agenda de la Población.

-¿Y la pérdida anual de habitantes y la merma de decenas y decenas de pueblos y el envejecimiento y la falta de relevo generacional en el campo?

-Le repito, don Filogonio, que esa es otra historia, que aquí estamos para cantar alabanzas, no para poner pegas ni para sacar punta a los datos.

Saquemos punta a alguno de esos maravillosos datos. Por ejemplo, al del número de nacimientos. Entre 2009 y 2010, en Zamora hubo 31 más (2,69%); en Castilla y León, 70 más (0,34%); en España, 421 menos (-1,70%). Bien, aunque no para tirar cohetes porque 34 ó 70 más en un año, en fin?, pero nada se dice de los valores absolutos en otras zonas. Quiero decir que, aunque en Andalucía, Cataluña, Madrid o Valencia, haya un descenso porcentual, su número de nacimientos es mucho más elevado que el de aquí. Tampoco se recoge el índice de mortalidad, que suele ser mayor por estos pagos dado el envejecimiento de nuestra gente. De ahí que muchas regiones ganen población y otras la pierdan pese a que su Agenda registre bondades y más bondades.

Algo parecido cabe decir de la llegada de inmigrantes. El porcentaje español ha caído tres centésimas, mientras que el de Castilla y León subió trece (el de Zamora, 21). Sin embargo, la media nacional (12,19% de población extranjera) es casi el doble que la autonómica y cerca de tres veces la zamorana, es decir seguimos estando muy por debajo. ¿Acortaremos distancia con las nuevas 41 medidas que anuncia la Agenda de la Población para este año? Me gustaría, pero soy muy escéptico, sobre todo en lo relativo a evitar la marcha de los jóvenes. ¿De qué servirá promover 4000 viviendas para que los jóvenes se emancipen si esos mismos jóvenes no tienen trabajo ni expectativas?, ¿se arreglará algo con elaborar el Libro Blanco de la Juventud, el IV Plan General de Juventud y el I Plan Transfronterizo de Juventud?, ¿cuántos planes, estrategias, agendas, etc., llevamos y cada vez se quedan menos jóvenes aquí, aunque continúen empadronados en el domicilio familiar y parezca que no se han ido? No creo que las soluciones vengan por ahí. Al menos hasta ahora no han venido. Claro que leyendo las conclusiones del primer año de vigencia de la Agenda de la Población y oyendo la interpretación del consejero de Presidencia da la impresión de que todo está encauzado. Se acabó la despoblación y llegó el rejuvenecimiento, el elixir de la vida. A este paso, con semejante ritmo de crecimiento no sé yo si dentro de unos años habrá aquí sitio para tantos. No sé si cabremos todos. Habrá que ir reservando algún terrenito. Ancha es Castilla.