Qué cosas. De lo que una se entera. No sabía yo que los abdominales tuvieran tantos beneficios y no solo para evitar que la tripa progrese en redondo y hacia afuera. Los abdominales tienen más, muchos más beneficios. La gimnasia abdominal hipopresiva (vulgo abdominales) ayuda a tratar problemas relacionados con la vascularización en los genitales, como disfunción eréctil, anorgasmia o falta de sensibilidad vulvar. ¡Toma ya! Todo eso de golpe, y dicho en términos que a nadie pueden ofender.

Más que abdominales propiamente dichos, lo que de verdad ayuda a impresionar bajo las sábanas o sobre ellas es lo dicho más arriba, la Gimnasia Abdominal Hipopresiva. Estamos pues ante una técnica que tiene beneficios para la salud más íntima. La salud más íntima de hombres y mujeres por igual. Que nadie crea que este tipo de ejercicio tiene un género determinado. Tiene los dos. Los que padezcan disfunciones sexuales ya se pueden poner a practicar. Pero mucho ojito en manos de quién se ponen. Porque son muchos los voceros y voceras que dicen ser los mejores y lo mismo no hacen otra cosa que jorobar la tana íntima.

Tome nota el lector de los beneficios de esta práctica: aumenta la oxigenación y la vascularización de los tejidos de los órganos sexuales y desciende el umbral de sensibilidad, de la inervación de estos órganos. Y sin procesos quirúrgicos, que ahí está la gracia. Sin ingesta de fármacos que tienen sus contraindicaciones. Porque esta gimnasia es mejor que todo eso. Solo hace falta voluntad. Todo radica en la respiración y el mantenimiento de la postura. Con la particularidad de que con su práctica, mejora el tono abdominal, se reduce la cantidad de grasa de la cintura y se evitan trastornos físicos generados en muchos casos por una mala ejecución.

La GAH ha pasado de los profesionales de la sanidad, fisioterapeutas y matronas, directamente a la calle. Pero ahí está también el peligro porque no todo el mundo está cualificado para impartirla. No basta el titulito de un fin de semana. Hay que saber qué se tiene en juego. Su práctica pasa por ejercicios posturales repartidos en distintas opciones: opción fitness, alto nivel y terapéutica. Y debe funcionar a las mil maravillas. En el plano íntimo pero también en el estético y en el otro del bienestar que, en definitiva, es lo que todos vamos buscando. Que nuestra mente y nuestro cuerpo estén de acuerdo, que vayan a la par, que exista la necesaria armonía.

Según los expertos son necesarios de tres a seis meses de práctica para observar una mejoría evidente. Tampoco es tanto el tiempo como no lo debe ser el esfuerzo, ya digo, siempre y cuando se haga correctamente porque de otra forma puede ser peor el remedio que la enfermedad. Por una mayor flexibilidad, una menor pesadez y dolor, lo que haga falta y que no tenga nada que ver con el quirófano o la ingesta permanente de pastillas y otros fármacos. Para todo lo dicho más arriba y para mucho más, la solución pasa por la gimnasia, pero no una gimnasia cualquiera, sino con mayúsculas y nombre propio. Se llama Gimnasia Abdominal Hipopresiva. Lo que consigue parece increíble pero es bien cierto.