Sería estupendo conocer a quién de la «trama Gürtel» se le ocurrió emitir facturas falsas de terrenos en Zamora. Imaginemos al personaje, a juego con esos que regalan trajes de firma para que los alcaldes dejen de parecer paletos o los que cuelgan obras de arte sobre la taza del váter. Después de encargar a unos albañiles la banda sonora de la visita del Papa a Valencia y tras el cobro de la comisión pertinente, tres millones de euros, que resuenan en este país demacrado como superlativa mascletá, surge la necesidad de buscar una coartada.

-Anda, pues tengo yo unos terrenitos que igual te vienen que ni pintados para el caso. Ya que ordeñamos la teta pública con la excusa de Benedicto, hazte propietario ficticio de una parcela en... Benedictinas de Zamora.

Así, cuando a García Gimeno lo interrogara la policía no cabría duda alguna, la mordida papal tenía una tocaya falsa con nombre sacro. Y todos benditos, pensaban ellos. Lástima que no fueran tan ocurrentes para hacer desaparecer faxes y anotaciones de las fechorías. Quien ríe el último...