No compro medicamentos en Internet, pero sí trafico con síntomas. Sueltas uno al azar (ardor de estómago, prurito, salivación excesiva…) y a los cinco minutos tienes veinte diagnósticos con sus respectivos tratamientos. Aficionado como es uno a las peripecias del cuerpo, no deja de encontrar perlas de sabor medicinal y literario. Una chica, por ejemplo, escribe que cuando le meten la aguja no le molesta en absoluto, ni siquiera la nota, tampoco cuando le sacan la sangre para el análisis. En cambio, en el momento de retirarla siente un calambre de dolor. Todos tememos al pinchazo excepto esta mujer, que teme el despinchazo. La palabra despinchazo no existe porque, dada su futilidad (qué rayos significará futilidad), no es preciso nombrar ese instante. Lógicamente, y después de haber revisado varios diccionarios, la internauta se queja también de esta ausencia verbal. Me solidarizo. Con frecuencia, a un servidor le hacen más daño cuando le deshieren (otra palabra inexistente) que cuando le hieren. Ya se sabe que hay caricias que matan y besos que judean (un verbo por crear).

La chica de la aguja recibe multitud de respuestas sin necesidad de acudir a la consulta del médico. Según unos, el acero le toca un nervio al salir; según otros, la sangre se ha solidificado. Yo me uno al foro para señalarle que le han tocado, además de un nervio, la gramática. Pero ella ya no está, no responde a nadie, se ha ido, quizá a un foro de jardinería. Lo del foro de jardinería es una intuición sin base científica, una suerte de relámpago mental. Pero escribo «foros sobre jardinería» en Google y descubro a una mujer que se extraña de que le gusten más las flores sin pétalos que con pétalos. Se queja, en consecuencia, de que no exista el verbo despetalar.

Esta chica es la de la aguja, pienso. Le envío un mensaje diciéndole que el verbo despetalar no existe por las mismas razones por las que no existe el término despinchazo. La chica se da cuenta de que la he cazado y huye a cien por hora. Ando desde hace varios días buscándola en los foros de palabras inexistentes. Creo que me gusta.