A falta de la designación oficial desde la cúpula regional del PP, que no tardará mucho en producirse, el presidente provincial de los populares en Zamora ya ha confirmado su creencia de que serán Valdeón, Mañanes y Sedano los candidatos del partido a las principales alcaldías: la de la capital, la de Benavente y la de Toro. Volverán a ser candidatos, en realidad, que todos repiten. Lo de la alcaldesa ya ha sido respaldado por su máximo valedor, el presidente Herrera. Ninguna novedad, pues.

En el PP y sobre todo en el de Castilla y León, ya hace muchos años que viene reiterándose esta política de acaparamiento de cargos por parte de unos pocos que son siempre los mismos y los que se reparten la parte principal del pastel. No se sabe -o sí que se sabe- lo que opinan tantos militantes carentes de la menor oportunidad de iniciarse en la vida pública. En Zamora, antaño, con el PP que ahora se denomina de la vieja guardia, al menos se repartían más los puestos y se abrían más las listas. Pero las cosas son como son y se toma o se deja, no hay otra. A no ser que alguien dé un paso adelante, diga que quiere ser candidato y exija elecciones primarias. Como debería ser pero no será, que ya se sabe que la prudencia guarda la viña y que el que se mueve no sale en la foto. Así que la vida seguirá igual en la capital y en la provincia, donde el PP, como es habitual presentará candidatos en todos los municipios y ganará de nuevo en la mayoría de ellos, igual que ahora, igual que siempre.

Donde el asunto puede estar más peliagudo va a ser en Zamora capital, cuyo Ayuntamiento el PP viene gobernando en minoría y con muchos problemas desde que se inició el actual mandato. A Rosa Valdeón le falta solo una concejalía más, un escaño, un voto, para obtener la cómoda mayoría y aplicar el rodillo, y presumiblemente lo conseguirá en esta ocasión. Pese a todo. Porque su labor no ha satisfecho en general, y a duras penas, contando la feliz rehabilitación del Castillo, apenas si obtendría, incluso de quienes la votaron, un aprobado raspado, aunque suficiente para otorgarle una segunda oportunidad. El retraso del nuevo puente, su manso sometimiento a la Junta en el caso de la Fundación de las Edades del Hombre, y su gusto por la pasarela, entre otras razones, han supuesto una clara decepción que flota espesa en la ciudad. Pero se puede apostar a que los dos escaños de ahora de Adeiza a alguna otra parte irán luego y al menos uno de ellos se lo llevará el PP obteniendo así la ansiada mayoría que no dejará lugar para seguir excusándose en la oposición. Otro resultado sería una sorpresa y un fracaso de la candidata.

En cuanto a Benavente, es lógico que repita Mañanes. Ha sido y es un alcalde discreto y trabajador que sin personalismos, alardes ni alharacas ha continuado la buena línea que el PP ha mantenido siempre allí. Le sobra el radicalismo de alguno de sus ediles pero tiene en general un equipo eficiente que repetirá mandato sin problemas. Igual que Sedano en Toro, un alcalde más discutido y en el escaparate, que tal vez esté ya políticamente amortizado. Pero es que en todos los casos, cuentan con una oposición principal, la del PSOE, que vive sus horas más bajas y que si se queda como está ya será un milagro, ya.