Aunque el título que encabeza este artículo de opinión sugiera otra cosa, se trata simplemente de presentar un adjetivo ficticio, acuñado irónicamente para señalar la praxis de la actividad política en España que ejercen a diario el afamado presidente del Partido Popular don Mariano Rajoy, y todos sus acólitos, incluido ese entorno mediático que ha recuperado entre sus figuras al ex presidiario don Mario Conde, ejemplo de ladrón de cuello blanco allí donde los haya.

Si la Real Academia Española de la Lengua define el «caínismo» como la «actitud de odio o fuerte animadversión contra allegados o afines», el «rajoynismo», dentro de la práctica política de la derecha en España, bien podría entenderse como la expresión máxima de la intolerancia, del acoso político, de la demagogia y de la deslealtad contra el Gobierno legítimo y democrático de nuestro país en contra de los intereses generales de los españoles, con el fin buscar réditos electorales utilizando la mentira, la calumnia y la descalificación del rival político (el Partido Socialista) hasta los límites extremos de lo inaceptable.

Es cierto que el Gobierno de España ha tenido que adoptar severas medidas de ajuste y de recorte del gasto para hacer frente a la grave crisis económica internacional, al igual que lo han tenido que hacer los Gobiernos de otros países de la Unión Europea y del resto del mundo independientemente de su tendencia política: Alemania, Francia, Portugal, Gran Bretaña, Italia, Estados Unidos, Japón? Todos los Gobiernos han tenido que realizar un esfuerzo extraordinario de recorte del gasto y reducción del déficit público en un ejercicio de responsabilidad por encima de cualquier ideología política o interés partidista.

Sin embargo, no es menos cierto que el Gobierno ha aprobado las medidas de ajuste sin tocar los pilares del estado del bienestar como son la Sanidad, la Educación y las Prestaciones por Desempleo que quedan fuera del ajuste. Y no es menos cierto que es el mismo Gobierno que desde 2004 a 2010 ha incrementado en un 58% el gasto social. En 2004 en España se destinaban a gasto social 114.000 millones de euros y en 2010 se destinan 180.000 millones de euros. De la misma manera que en Educación el gasto se ha duplicado pasando de 1.543 millones de euros en 2004 a 3.088 millones en 2010. Datos que podrían seguirse ampliando en Vivienda, en Pensiones, en la Ley de Dependencia (boicoteada permanentemente por los Gobiernos Autonómicos del PP) o en Protección por Desempleo, todos ellos elementos fundamentales que respaldan el compromiso con las políticas sociales del Gobierno de España que preside José Luis Rodríguez Zapatero.

Sin ir más lejos, aquí, en Zamora, los Presupuestos Generales del Estado de los últimos años han supuesto cifras récord de inversión de más de 300 millones de euros anuales, consecuencia de la ejecución de un programa ambicioso de autovías y de la línea del tren de alta velocidad, inversiones de las que día a día reniegan los «rajoynitas» en un evidente intento por manipular la realidad constatable, confundir a los ciudadanos de Zamora y deslegitimar el máximo interés del Gobierno de España por Zamora.

(*) Secretario general municipal del PSOE de Zamora