Seta: («Diccionario del Español actual». Edición 1999 página 4099). Hongo en forma de sombrero sostenido por un pie. Hay setas comestibles como el champiñón y el níscalo y las hay mortales como las amanitas. El diccionario nos dice poco. Vayamos al periódico, que seguramente nos ayuda más en esta como en otras muchas situaciones importantes. Leo, como el siguiente titular: «La Diputación promueve la creación de una mesa provincial micológica para impulsar el sector». Presentan un atlas que cataloga 250 especies de setas más frecuentes. Se dice que habrá una inversión de 560.000 euros para favorecer este instrumento de desarrollo rural y potenciar el turismo y la gastronomía. Buenas noticias: Zamora rica en setas ricas podrá sacar de ellas una buena riqueza. He visto por zonas de la Soria rural, Arbejal, Covaleda, Vinuesa, Catalañazor etc. setas, ya muy bien presentadas comercializadas a la venta en los mismos lugares donde se recogen, preparan y envasan. Y los pueblos destinados hasta hace poco a menguar en población, crecen, y nunca mejor dicho, como las setas. También me han impresionado los mercados de abastos en Estocolmo y Helsinki con enormes montones de setas a la venta. Igualmente he podido constatar en varios países europeos que la setas constituyen un alimento frecuente a lo largo del año en la dietas familiares.

Algunos de los comentarios a los artículos referenciados fueron: «No harán nada». Ahora que termina la temporada se les ocurre sacar un libro. Primero leeremos el libro y luego opinaremos sobre él. El 12 del mismo mes volvíamos a leer lo siguiente: «tenemos que aprovechar que Zamora tiene la mayor riqueza de setas comestibles de Europa. Hay que apostar por promocionar los hongos en las ferias gastronómicas». Espléndido, nos damos ánimo. Ojalá se conviertan en una gran fuente de riqueza. «A la caza de "boletus"» era otro titular de un extenso artículo publicado el día 13. En él se afirma que hay quien saca hasta más de 2.000 euros diarios. Si es así se trata de una mina de oro, no de un producto más. He visto estos días en los mercados setas a todos los precios, y de todas clases. Las más son de cuevas, viveros o vete saber de dónde, las menos, posiblemente de las buenas tierras de Zamora.

«La Opinión El correo de Zamora» se ha seguido ocupando del tema. En la sección Comarcas informa de que se denuncia abusos en la recogida de setas por cuadrillas de hasta 50 rumanos, entendiendo las autoridades y vecinos denunciantes que se trata de un atropello del ecosistema. Y se dice que ya han empezado a estudiar medidas legales para controlar la recogida de setas y poner fin al uso abusivo por parte de los foráneos. ¿Qué molesta? ¿Que se recolecten muchas, que sean rumanos los recolectores, que se estropee el medio ambiente, que uno llegue a obtener hasta 2.000 euros al día? Y los comentarios de los lectores son abundantes. Hasta 11 he leído. Y dicen así: «La recogida de setas debería ser regulada por una normativa autonómica». Una vez regulada habría que establecer vigilancia y aplicar las sanciones oportunas. Pero nuestros políticos deben estar ocupados en otros menesteres más electoralistas. No hay que nombrar la nacionalidad de nadie. Cuando es un español quien comete el delito o altercado no le ponemos el adjetivo de español, por contra cuando lo hace un extranjero, enseguida publicamos su nacionalidad. Las setas pues nos enfrentan a discriminaciones. Otro dice y «¿qué pasa con los guardias y policías que cogen sus vacaciones para arrasar también el monte cogiendo setas?». Deberíamos tener más conceptos a la hora de la recogida y de la comercialización. Ejemplares pequeños no, gracias. La Junta debe tomar cartas en el asunto. Los ayuntamientos ya han hablado. Si nuestros pueblos tienen una riqueza no podemos dejar que unos desaprensivos, los empresarios se aprovechen de que nuestros pueblos están semivacíos para llevar allí a la gente a la que le paga cuatro céntimos que no tiene conocimiento del medio, que no respeta la naturaleza y que conseguirá que en un plazo de pocos años desaparezca la producción de setas de nuestros bosques. «La Guardia Civil decomisa níscalos a integrantes de cuadrillas de rumanos» (Titular de «La Opinión El correo de Zamora» 25 de noviembre).

Resumiendo que un potencial de riqueza provincial, posible aumento del turismo, mejora de las dietas alimentarias, incrementos de ingreso para los de los pueblos, genera malestar social, enfado, explotación en el trabajo, ganancias a unos cuantos, deterioros medioambientales. Tal vez es la hora y el tiempo de elaborar buenos y claros folletos y guías para entender todos o muchos algo más sobre este producto tan apetitoso y parece que abundante, dar cursos en los pueblos para que la gente sepa, qué coge y qué deja, cuándo y cómo y por supuesto, cómo cocinar, conservar y comercializar y si es preciso normas que regulen todo ello.