La Junta también hace campaña, lógicamente, y el presidente Herrera, además de intervenir en mítines y actos electorales diversos del PP, se dedica en este tiempo, y como quien no quiere la cosa, a ir cerrando asuntos pendientes e ir abriendo otros con expectativas de futuro mediato. Y aunque en Zamora, no se precisa mucho, porque aquí ya se sabe de sobra hacia qué lado se dirige el voto mayoritario de la provincia, el caso es que el presidente y los consejeros se dejan ver mucho en la actualidad, mostrándose extraordinariamente generosos y diligentes, no ya con promesas sino con hechos.

Eso que se gana en Zamora, aunque las relaciones con el Gobierno regional continúen, como siempre, discurriendo a salto de mata y de forma harto irregular, pese a que todas las instituciones se hallan regidas desde casi siempre, y algunas desde siempre, por los populares. Pero junto a las luces de estos días tampoco faltan las sombras, que colectivos ciudadanos afectados se encargan de recordar a base de protestas y reivindicaciones, algunas viejas y con muchos flecos colgando todavía.

Realmente, donde mejor han sentado estas visitas y esta atención del Ejecutivo han sido en el Ayuntamiento de la capital. La Junta sigue apoyando decididamente a su ex consejera de Familia, la alcaldesa Rosa Valdeón, tratando de que se note menos la parálisis de la ciudad y de acallar a aquellos, facción crítica municipal del mismo partido, que andan diciendo por ahí que lo que más hace es salir en las fotos. Ahora, y después de conceder la financiación de ese nuevo puente sobre el Duero que alguna vez se hará, la Junta declara de interés regional las obras del Centro Logístico y la construcción del polígono de Villagodio, y designa Valorio como Zona Natural de Esparcimiento, lo que significa una importante inversión económica que se sostendrá, para mantenimiento, a lo largo de los años. Pero el tiempo electoral lo es para todos, y desde el lado contrario, se encargan de hacerlo notar. Si hace poco los procuradores socialistas pedían en las Cortes regionales medidas de discriminación positiva para Zamora, lo que la mayoría popular rechazó sin muchas explicaciones, ahora es desde UGT desde donde se reabre el tema, pidiendo a la Junta que retome el incumplido y frustrante Plan de Choque para corregir los desequilibrios de la provincia, demostrables, según su criterio, en todos los datos económicos de que se dispone. Algo, por lo demás, en lo que ni siquiera es preciso recurrir a los datos pues basta con ir a Valladolid o a Burgos para comprobarlo in situ. Que por pedir otro plan de choque no quede, aunque ya se sabe en qué y dónde que va a terminar la petición: en la papelera. Y encima, en otro orden de cosas, la huelga de los médicos en toda Castilla y León, mantenida durante la semana y que está poniendo de manifiesto el hecho de que aunque honradamente no puede decirse que funcione mal la sanidad pública en la región, sí pone en evidencia, al menos en Zamora, la clamorosa falta de medios humanos y económicos que se arrastra.