Todo ya nos da miedo. Y con la nieve, más. Vivimos en un perenne acojone. Desnudan a Sanabria con tan poco pudor, que parece una violación constante de su intimidad. Ahora acabo de enterarme de que la Junta ha duplicado el tiempo de enseñanza de un logopeda en nuestra patria. Era una vieja aspiración. Sin embargo, la sensibilidad que la Junta ha tenido, tiene una pequeña trampa en la que, seguro, no han caído los responsables de la institución.

El año pasado nos daban cinco horas semanales y solicitamos diez. Lloramos como unos lechones y mamamos. Pero el tiempo que alargaron se nos diluyó como un azucarillo en un plato de lentejas, porque hicieron el Salomón. Abrieron en canal al profesor asignado y ahora tienen que compartirlo dos zonas, el instituto de Puebla y el colegio de El Puente. Total, que a efectos de enseñanza quedamos como estábamos. Verdad es que incluir al colegio de El Puente es un avance, pero necesitamos más. Veinte horas, por ejemplo. Porque esto no es un lujo.

Hombres de Dios, échennos una mano. Aunque sea por caridad. Yo, con tal de conseguir algo para los míos, me jodo en el orgullo, me pongo a la puerta de la iglesia y pido. Porfi. Seguro que por cuatro perronas más los niños podrán tener las clases que necesitan. Que si es triste pedir, más triste es robar, etc, etc.

Mientras tanto lo de la selectividad sigue su curso. Creía el benemérito rector y su acólito Hernández que a base de darnos con la puerta en las narices nos hincharían los morros y no podríamos hablar. Qué ignorante el retorcido rector. Vamos a darle la paliza hasta que una noche, con la almohada encima de la cabeza, comience a reflexionar. Y dará marcha atrás. A no ser que sea tan tonto que piense que los tacones altos te dejan estéril. El arreón sanabrés ha hecho desperezarse a Toro y cuando Toro se despierte a lo mejor embiste. Los principales articulistas arriman su tinta a este calamar: El director del diario le dedica su Diana, Paco Antón, Carmen Ferreras, Braulio Llamero. Y gente VIP del mundo de la política y no: Oscar Reguera, Fernando Maíllo, el diputado Jesús Villasante, el senador José Fernández, el procurador Felipe Lubián, el arquitecto Francisco Somoza, el concejal Miguel Angel Mateos, el izquierdoso unido Francisco Molina, el presidente de AZEHOS Oscar Somoza, el hematólogo José Antonio Fernández, el gaitero Anselmo de Dios, el capador Jerónimo Torices, el vinatero Manolo Rodrigón Moráis.

Todos con nuestros niños que carecen de la igualdad de oportunidades que la Ley y la Constitución consagran. Claro que peor que ser niño en Sanabria es serlo en Senegal, donde un Rally de gilipollas está causando estragos. La diversión de estos niños ricos con pelos en las piernas es la muerte de los niños pobres con telarañas en el estómago. En la información la muerte de dos niños apenas tiene sitio. Un camión que quería demostrar que era estupendo le paró el corazón pasándole la rueda por encima.

Menos mal que para alejarnos de estas injusticias siempre nos quedará hacer lo que acaba de hacer el admirado Braulio Llamero. Va el tío y se convierte en Nación al modo catalán. Y por qué no. Tiene territorio, idioma y hasta mares construye con su pluma telescópica. Zapatero dirá que cojonudo y le dará sus bendiciones. Todos nación. Cuarenta millones de naciones. Le pediré las cartas credenciales al amigo Braulio.

Y es que cada uno en su nación hace lo que le viene en gana. Como los vasquillos asesinos, los etarrotas herribatasunianos, que merced a Zapatero ya pueden reunirse, aunque para Europa sean terroristas. Porque tienen derecho de reunión según Marco Zapatero y su mono Amedio Blanco, que andan en busca desesperada de una Nación que llevarse al Statut. A ver qué dice el alto Tribunal.

A ver cómo lee esta sanguinaria reunión de pastores donde siempre sale una oveja muerta.

Zapatero. Alguien dijo que era como Torrente. El brazo tonto de la Ley. El guardián de las palabras, a las que da significado según su conveniencia. Nación, hora sí es importante, hora sólo es una palabra hueca, huera, vacua, con un sentido puramente sentimental. Qué más da que el diccionario de parte de los españoles diga que Nación es lo que es. Patanes. Entendiendo por patán a una persona con la pata muy larga.