Rusia está al borde de su exclusión de las Olimpiadas de Río 2016 tras la sanción del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) a su equipo de atletismo, que no podrá competir bajo su bandera en Río de Janeiro, y después de ser acusada por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) de protagonizar uno de los mayores escándalos de dopaje de Estado de la historia del deporte.

El dictamen del TAS mantuvo la suspensión contra la Federación de Atletismo de Rusia decretada por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) por el escándalo de dopaje frente al recurso contra la decisión de la IAFF fue presentado por 68 atletas rusos.

Por su parte, según el informe divulgado el pasado lunes por el abogado canadiense Richard McLaren por encargo de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), el Estado ruso promovió un sistema de dopaje en Sochi con el claro objetivo de encabezar el medallero por delante de EEUU.

Ese sistema "permitía convertir un resultado positivo en negativo (de una análisis antidopaje)" bajo la supervisión del Ministerio de Deportes de Rusia y el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), dijo McLaren el pasado lunes.

El informe explica que el Laboratorio Antidopaje de Moscú encubrió a los atletas rusos que consumían sustancias prohibidas a través de un sistema organizado por el Estado que el documento califica de "Metodología para la Desaparición de Positivos".

Según McLaren, el Ministerio de Deportes "dirigía, controlaba y supervisaba" o la manipulación de los resultados de los análisis o el reemplazo de las muestras que daban positivo por otras negativas con la participación directa de los servicios secretos.

"El sistema fue implantado después de los Juegos Olímpicos (de Invierno) de 2010 (Vancouver) y operó hasta 2014", apuntó.

El abogado dijo que las pruebas positivas "en todas las disciplinas deportivas" eran entregadas al viceministro de Deportes, Yuri Nagornij, que "decidía quién se beneficiaba del encubrimiento y quién no sería protegido", dependiendo de sus resultados.

McLaren subrayó que la investigación ha corroborado todas estas conclusiones "más allá de toda duda", lo que equipararía a Rusia con la vilipendiada RDA.

Además, dijo que el antiguo director del laboratorio antidopaje de Moscú, Grigori Ródchenkov, que denunció el sistema estatal de dopaje en mayo pasado en una entrevista con el diario 'New York Times', ha sido una fuente de información fiable.

Según esas acusaciones, decenas de atletas, incluidos al menos 15 medallistas, fueron dopados por las propias autoridades del país anfitrión durante los Juegos de Sochi, donde los funcionarios rusos sustituían durante la noche los botellines de orina.

Tras quedar en sexta posición en los Juegos de Vancouver, los atletas rusos lograron en Sochi 33 medallas, trece de ellas de oro.

McLaren no se limitó a los Juegos de Invierno sino que también denunció que ese sistema de encubrimiento funcionó en 2013 durante los Mundiales de atletismo celebrados en Moscú, los Mundiales de natación y la Universiada disputada en Kazán.

Un revés al movimiento olímpico

La exclusión de Rusia sería uno de los mayores reveses para el movimiento olímpico, comparable al boicot de los Juegos de Moscú (1980) por parte de EEUU y sus aliados, y de Los Ángeles (1984) por el bloque comunista.

Rusia, considerada junto a la URSS una de las mayores potencias deportivas de la historia, logró 79 medallas en los pasados Juegos de Londres 2012, lo que granjeó el cuarto puesto en el medallero, por lo que su ausencia repercutiría en muchas disciplinas en Río.

En el informe McLaren se basaron los directores de la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA), Travis Tygart, y de la Canadiense (CCES), Paul Melia, para pedir en una carta al presidente del COI el boicot de Rusia.