La noche del 11 de febrero de 2002 España se paralizó ante el televisor. No jugaba la Selección, ni había Champions pero 10 millones de espectadores permanecieron atentos a sus pantallas para conocer al finalista de la primera edición de ‘Operación Triunfo’.

Poco después de las 12 de la noche el presentador del programa de TVE que revolucionó la historia de la televisión, Carlos Lozano, anunció junto a la cantante Rosana el veredicto del público. Rosa de España se alzó entonces con la victoria, lo que además suponía representar a España en el Festival de Eurovisión de ese año tras interpretar ‘Unchained Melody’.

La granadina consiguió el 26,6% de los votos, superando a los otros dos finalistas, David Bisbal, con un 20,9% y David Bustamante con un 18,8%.

El almeriense se emocionó como nunca cuando conoció el resultado, mientras Chenoa, su pareja de entonces no podía contener las lágrimas, ajena a lo que el destino tenía preparado para ambos.

David Bisbal consiguió el segundo puesto con ‘Solo otra vez’.

David Bustamante quedó en tercer lugar, gracias al tema ‘Perdoname’ de Camilo Sexto. Pero el cántabro consiguió algo más esa noche, bajarse del andamio para siempre para permanecer en los escenarios hasta el día de hoy, 17 años después.

Chenoa, Manu y Verónica, fueron los otros tres concursantes que llegaron a la gran final pero fueron eliminados con un 17,6%, un 14,7% y un 1,4%, respetivamente.

Lo que está claro, es que alguno de ellos sintiese que perdía algo esa noche se equivocaba porque todos ellos y el resto de compañeros consiguieron lo nunca visto en la televisión y en el mundo de la música. Primero se hicieron una gira multitudinario por todo España y después cada uno grabó su propio disco, aunque como vimos en el esperado ‘OT1: El reencuentro’ nada es todo lo que reluce.