Pixar Animation Studio es sin duda alguna la compañía de animación más conocida del mundo. Responsable de taquillazos que hacen las delicias tanto de los niños como de sus padres, con films como 'Toy Story', 'Buscando a Nemo' o 'Wall-e', también suele incursionar en el terreno de los cortos animados. De hecho, ya se ha convertido en un ritual que deleite al público con uno de ellos antes de proyectar sus nuevas películas en las salas de cine.

El último cortometraje de la casa de la lámpara saltarina, sin embargo, no es apto para el público más inocente. 'Borrowed time', que en castellano se traduciría como 'Tiempo prestado', habla de forma muy dura e impactante sobre la eterna cicatriz que pueden dejar en el interior de una persona el haber vivido un trauma en la infancia y, peor aún, creer que se ha sido culpable del mismo.

Andrew Coats y Lou Hamou-Lhadj son los animadores detrás de esta pequeña maravilla de apenas seis minutos de duración y temática 'western'. Al hablar sobre el proceso de dar con una historia, Hamou-Lhadj explica que querían "trabajar en algo más adulto", pero dar con aquello con lo que se sintieran "cómodos" les fue complicado. "Finalmente, encontramos interesante tratar el tema del perdón, de afrontar y encarar errores del pasado", cuenta el realizador.

Disponible en abierto de forma temporal, pocos días después de ser publicado el cortometraje acumula más de 6,5 millones de reproducciones y todos los medios especializados se han hecho eco de su virtuosismo. No es para menos.