La originalidad es un animal en vías de extinción dentro de la industria cinematográfica. Así lo demuestran año tras año las estadísticas que indican el bajo porcentaje de filmes originales que no son secuelas, spin-offs o remakes.

Todas estas resurrecciones son aspirantes a blockbuster del año, grandes superproducciones con muchos efectos especiales y plagadas de estrellas que, a pesar de sus incansables campañas promocionales, también cuentan con posibilidades de ser un fiasco. Y son solo sensaciones. Esta semana los científicos de la Universidad de Iowa predijeron, a través de un algoritmo, el fracaso de Batman v Superman que solo tenía un 32% de ser rentable.

Y es que ya se sabe que cuanto más grande... más dura es la caída. Ahí están casos recientes como John Carter, El llanero solitario o El destino de Júpiter, superproducciones que mordieron el polvo. Un destino que pueden compartir con estos 10 aspirantes a blockbusters con todas las papeletas para convertirse en fiascos.

Alicia a través del espejo

El mundo está cansado de Johnny Depp. El bohemio intérprete conocido por la saga Piratas del Caribe y cualquier película de Tim Burton que se le ocurra al más cinéfilo, ha estrenado recientemente decepcionantes filmes como Mortdecai, Transcendence y El llanero solitario. Black Mass es la única que ayuda a volver a creer en él. Eso, y que en esta ocasión interpretará al Sombrerero Loco bajo las órdenes de James Bobin (Los Teleñecos) en lugar de su director fetiche, Tim Burton, lo que le dará cierta libertad sin la "vigilancia parental" que parece ser esperanzadora.

Warcraft: El origen

Hollywood ha demostrado muchas cosas a lo largo de los años. Una de ellas: que es incapaz de tener éxito en taquilla con adaptaciones cinematográficas de videojuegos (véase Mortal Kombat). El prometedor director Duncan Jones junto al probado carisma de Travis Fimmel (Vikings) y la numerosa e indudable masa social de fans del afamado juego multijugador son los únicos resquicios de esperanza.

Y todo porque tras el lanzamiento de su trailer, Warcraft no ha conmovido ni sorprendido a nadie. Mezclando el argumento interracial de Avatar con el apartado visual de El Señor de los Anillos, la película parece una más del montón dentro del género de fantasía.

Dioses de Egipto

Gerard Butler (300) y Nikolaj Coster-Waldau (Juego de Tronos) protagonizando un filme perteneciente al género fantástico parece prometedor. Pero no tras el desastroso trailer que parece parodiar el género en vez de alabarlo respetuosamente y menos aún ante la falsedad que supone una película sobre el Antiguo Egipto con un elenco mayoritariamente de etnia caucásica. Un tema que causó tanto revuelo que incluso obligó al director Alex Proyas (Señales del futuro) a disculparse. No es un buen comienzo.

Un espía y medio

Dwayne Johnson (San Andrés, Fast&Furious) y Kevin Hart (Dale duro) emulando a Arnold Schwarzenegger y Danny De Vito en Los gemelos golpean dos veces. La propuesta inicial parece aciaga. El trailer, continuó horadando esa primera impresión. Y es que una comedia que pretende construir todo su guión señalando escena tras escena la diferencia entre el tamaño de su dúo protagonista no parece demasiado atractiva.

Objetivo: Londres

La secuela de Objetivo: La Casa Blanca llegará 3 años después con un nuevo director (Babak Najafi) y manteniendo a Gerard Butler secundado por el sempiterno Morgan Freeman. Si el filme original se probó como un entretenido thriller de acción y terrorismo, su secuela se antoja innecesaria, sin un argumento central que enganche al espectador y con un aspecto que le hace parecer un capítulo de hora y media con un presupuesto millonario de la serie 24.

La leyenda de Tarzán

Nadie ha manifestado nunca su deseo por el regreso de Tarzán. Ante tal incontestable demanda, Warner Bros puso en marcha el multimillonario proyecto protagonizado por Alexander Skarsgard y sus abdominales. El resto del elenco es tan notable como previsibles son sus papeles: Margot Robbie como doncella en apuros, Christoph Waltz como villano... y Samuel L. Jackson. La primera impresión es que La leyenda de Tarzán parece el remake del King Kong de Peter Jackson con un lavado de cara gracias al constante progreso de la tecnología en el cine. Y ya está.

Ahora me ves 2

En 2013, Jesse Eisenberg se consagró protagonizando Ahora me ves como uno de los actores más repelentes del panorama cinematográfico. Su secuela mantiene al elenco original sumando la incorporación del errático Daniel Radcliffe interpretando al hijo de Michael Caine en su búsqueda de venganza por lo acontecido en el primer filme.

Lo que está en duda es si podrá mantener al espectador sentado en su asiento. Y es que una película sobre magia realizada exclusivamente con CGI (Computer-generated imagery, es decir, imágenes realizadas por ordenador) y tratando este antiguo arte de forma tan poco sutil, puede no tener el futuro asegurado.

Independence day: Contraataque

La secuela del clásico de 1996 tiene trabajo por delante. A priori, ni los fans del filme original (por la ausencia de Will Smith debido a diferencias salariales) ni los nuevos adeptos (ante la insensibilización provocada por el monopolizador uso en la mayoría de producciones de los efectos especiales) parecen predispuestos a comprar una entrada para verla. Al menos, la película recupera a parte del reparto original (Jeff Goldblum y Bill Pullman) y al director: un Roland Emmerich (2012, Asalto al poder) que lleva una década sin hacer buen cine.

Batman V Superman: El amanecer de la justicia

La película que enfrenta a dos de los superhéroes más carismáticos ha dado que hablar, pero no siempre para bien. Tras superar las críticas a Ben Affleck, el filme se enfrenta a la poca excitación popular que suscita las figuras de su director Zack Snyder (Watchmen) y el intérprete Henry Cavill (Superman).

No obstante, Warner Bros busca iniciar la expansión de su mundo cinematográfico con esta película en la que ha invertido 400 millones de dólares. Una cifra mareante que esperan recuperar en taquilla. Aunque las previsiones no son idóneas para los bolsillos de la factoría del conejo animado.

El cazador y la reina del hielo

Todo largometraje debería ir antecedido de un estudio de mercado que indique el ánimo de la gente para acoger la película en cuestión y distinguir así el público concreto al que puede dirigirse. Esto podía haber ahorrado millones a Universal, la productora encargada de El cazador y la reina de hielo, un spin-off basado en el personaje del cazador con el universo de Blancanieves como trasfondo.

Ni el espectador medio sintió una especial conexión con el personaje interpretado por Chris Hemsworth ni una película sobre el mundo de Blancanieves sin la princesa de los hermanos Grimm parece interesante o directamente necesaria. Además, fuera de la franquicia de Marvel (Thor), Hemsworth no ha demostrado el carisma necesario para protagonizar un filme. Y menos aún uno cuya simple existencia ha sido criticada desde el primer minuto.