Un triángulo verde en medio del valle negro arrasado por el fuego. La Quinta da Fonte, en Portugal, se salvo del infierno de las llamas porque lo que lo rodea es un corta fuegos natural. La casa de Tania, una holandesa que vive allí desde hace 10 años, no fue pasto de las llamas, y asegura que es un milagro. Que los robles, castaños, olivos fueron los que salvaron su casa y a sus animales. Es flora autóctona de Portugal, más resistente al fuego que los eucaliptos que le rodean. Tania cuenta que la situación fue horrible porque esos eucaliptos estaban a apenas 800 metros y ahora están completamente quemados. Gracias a su barrera natural, la Quinta da Fonte, una aldea de apenas tres casas, ha resistido intacta al peor incendio de la historia de Portugal.