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Decenas de niños, sólos, con sus padres o con familiares, disfrutaron el viernes por la tarde de lo lindo con los encierros de toros hinchables. Los pequeños aprendieron las normas de la carrera, a aprender a respetar a los bravos, y concluyeron la carrera por el centro de la ciudad toreando en una improvisada plaza también hinchable en la plaza de Santa María.
J. A. G.
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