El germen de la idea comenzó a principios de este mismo año y alrededor de la pregunta "¿qué podemos hacer desde el colegio para ayudar al río Duero a ser un entorno más saludable y respetado?".

A partir de ahí, los niños del colegio Santísima Trinidad, en el barrio de Pinilla, al otro lado del río, lanzaron decenas de propuestas que iban desde conocer la flora y la fauna hasta hacer un herbario, un concurso de poesía y pintura dedicada al Duero, un mercadillo para vender las obras creadas, crear rutas para explicar las características de la zona, hacer un concierto de música con la banda del colegio a orillas del río u organizar un visionado de estrellas con el club astronómico del centro.

"Ante semejante reto, el claustro de profesores se puso manos a la obra", explica el director del colegio, Luis de Mena. Como en otros proyectos, han contado con la colaboración de agentes externos al centro, desde la Asociación de Comerciantes de la Margen Izquierda del Duero hasta a asociación de vecinos del barrio y la propia asociación de padres y madres de los alumnos. "Así surgió nuestro nuevo proyecto de aprendizaje y servicio, coordinado por el departamento de ciencias del colegio y con la implicación de todo el profesorado", resume.

"Los guardianes del Duero", que es como se denomina esta iniciativa, se pone en marcha en tres fases: formación, sensibilización y desarrollo. En la primera, los protagonistas han sido los profesores, quienes, junto a la Asociación Ornitológica de Zamora, realizaron un recorrido de cuatro horas por las orillas del Duero para descubrir la flora y fauna del entorno más cercano al colegio, el que transcurre entre el Puente de los Poetas y el de hierro.

Ahora el colegio se encuentra inmerso en la segunda etapa, que durará hasta finales de abril. "Los profesores responsables del proyecto diseñan las actividades y tareas a realizar por los alumnos durante este tercer trimestre: trabajos de investigación de la flora y fauna del río, talleres de creación literaria y artesanía, análisis del agua o visitas guiadas", enumera el director.

El proyecto concluirá el próximo mes de junio, antes de finalizar el curso 2017-2018, con la fase de desarrollo, que incluirá desde un concurso literario hasta rutas guiadas dirigidas por los propios alumnos, la Semana de la Ciencia, un mercadillo solidario, un concierto de música o la observación astronómica junto al Duero.

"Este proyecto ha retado una vez más a los alumnos a convertirse en verdaderos protagonistas de su propio aprendizaje mediante la elaboración de tareas e ideas que dan respuesta a problemas de la vida real", valora De Mena. Un análisis que corroboran los profesores del centro por la motivación que supone para los estudiantes "que afrontan los trabajos de forma creativa, además de desarrollar su autonomía, reforzar sus capacidades sociales, aprender a trabajar en equipo y atender a la diversidad", detalla el director.

Este último es el factor más valorado, puesto que los proyectos de aprendizaje y servicio "consiguen estimular tanto a los estudiantes con problemas de aprendizaje como a los alumnos más avanzados", asegura. "Los profesores somos guías de los alumnos a lo largo de todo el proceso, como referentes en caso de dudas o limitaciones. Se trata de una herramienta maravillosa para que los niños afiancen conocimientos", finaliza.