on diferentes ofertas de empleo público ya aprobadas en diferentes comunidades autónomas, y a la espera de convocatoria para el próximo curso 2018, algunos sindicatos han creado una controversia artificial, fundamentada en la reivindicación de que las pruebas de la oposición no sean eliminatorias

Salvo en la oposición convocada en 2010, en el resto de ocasiones las pruebas siempre han tenido carácter eliminatorio. Este carácter eliminatorio se da en la casi totalidad de pruebas de acceso a la función pública, incluso en las de promoción interna.

ANPE cree que es necesario tener unos argumentos necesarios para poder posicionarnos sobre el particular. Para empezar, el escrito conjunto de los sindicatos partidarios de las pruebas no eliminatorias recoge lo siguiente como reivindicaciones conjuntas:

- Que las pruebas de la fase de oposición no sean eliminatorias.

- Que aumente las optativas en la elección de temas.

- El aumento de la ponderación de la fase de concurso respecto a la oposición.

- Un incremento del peso de la antigüedad en la fase de concurso.

Como se puede comprobar, en las actas de las reuniones mantenidas con la Administración, todas las cuestiones -salvo la de las pruebas de la fase oposición no sean eliminatorias- son las admitidas por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte (MECD) y, de las mismas, el aumento del peso de la experiencia hasta el máximo legalmente permitido, la optatividad y la ponderación de la fase de concurso, fueron propuestas por ANPE desde un principio, una vez que el ministerio dijo estar dispuesto a realizar una modificación parcial solamente en el anexo del baremo del actual RD 276/2007.

Por tanto, no tiene ningún sentido reivindicar lo ya conseguido y aceptado. Por otro lado, ya ha dicho el MECD que la abogacía del Estado les ha avisado de la posible ilegalidad de las pruebas si dejan de ser eliminatorias, con lo que la seguridad jurídica de los procesos, que para ANPE es fundamental, se vería seriamente comprometida según ese informe de la abogacía del Estado, lo que podría suponer la anulación del proceso una vez iniciado, con la consiguiente cascada de perjuicios para los profesores que optan al proceso selectivo convocado.

Argumentan los sindicatos convocantes de las movilizaciones que durante el sistema transitorio hubo una prueba única con partes no eliminatorias, pero olvidan que ahora el RD 276/2007 perdió hace siete años su carácter transitorio, por lo que este razonamiento es inviable y carece de fundamento legal.

En lo que respecta a las pruebas en sí, ANPE siempre ha defendido que los procesos selectivos de acceso a los cuerpos docentes se deben basar en pruebas objetivas exigentes que permitan seleccionar a los mejores para la docencia, lo que conllevará una dignificación y valorización de nuestra profesión de cara a la sociedad.

Pero, al margen de que no nos guste el actual sistema de acceso y que sea claramente mejorable, no podemos olvidar que durante estos últimos siete años ha permitido acceder a la función pública docente a miles de compañeros -bastante más del 80% de esos nuevos funcionarios de carrera eran interinos del sistema-, que han tenido que superar las pruebas actuales. Y ahora, sin causa que lo justifique, algunos pretenden que no sea necesario aprobar las dos pruebas. Desde luego que sería una incoherencia respecto a nuestros planteamientos y en defensa de la dignificación de la profesión docente el pedir o avalar desde ANPE que se pueda ser funcionario de carrera suspendiendo algunas de las dos pruebas.

Si las pruebas no fueran eliminatorias y con el baremo previsto modificado en los términos actuales -60 % fase de oposición y 40 % fase de oposición, con la valoración de hasta 7 puntos de la experiencia profesional- podría suceder que las oposiciones fueran anuladas por vulnerar el principio de igualdad, mérito y capacidad, por prácticamente hacer inviable en los próximos cinco años el acceso a la función docente de ningún aspirante que no tuviera un mínimo de experiencia.

Por eso, desde ANPE siempre hemos defendido un equilibrio necesario entre la nota de oposición y la experiencia que sirva para valorar como se merece el trabajo de los interinos, pero que no vede el acceso a los aspirantes que obtengan una alta calificación en la fase de oposición.

Si las pruebas no fueran eliminatorias, nos podríamos encontrar con aspirantes que con una nota de un 1 o de un 2 en una de las pruebas consigan su plaza como funcionarios de carrera en una determinada especialidad sin tener, o los conocimientos de la especialidad suficientes para poder transmitirlos, o los conocimientos pedagógicos necesarios para poder impartir docencia.

En definitiva, ANPE siempre ha pedido que se cambie el sistema de acceso actual por uno que sea realmente objetivo y valore mejor los conocimientos necesarios para impartir docencia en una determinada especialidad.

Pero con la situación actual, ahora no hay tiempo material para abordar un cambio en profundidad del sistema de acceso y es conveniente esperar a que se desarrolle un nuevo sistema de acceso acompañando al pacto educativo que se está gestando en el Congreso.

Tampoco podemos olvidar que, aunque las pruebas sean subjetivas, tenemos un elemento que da garantías a la corrección de las pruebas, que son los compañeros miembros de los tribunales de oposiciones, con un conocimiento real y cercano de la especialidad que imparten.

Lo que sí que pedimos desde ANPE a todas las administraciones educativas autonómicas, una vez que el Real Decreto de acceso no vaya a ser modificado en la línea que hemos defendido -no el que no haya que aprobar las pruebas sino que las pruebas sean objetivas-, se reduzca el número de aspirantes por tribunal, para que los miembros de los tribunales tengan el tiempo suficiente para poder corregir las pruebas con rigor y tranquilidad.