Es curioso que un centro que se ha despojado de los libros de texto para impartir las materias, se haya apoyado en los cuentos para diseñar un proyecto educativo, "Cuentamos conTICgo", que solo suma satisfacciones. Desde las más directas, a través del aprendizaje activo de los alumnos en competencias como la lectura o la escritura y del apoyo de las familias, que también se han involucrado con esta iniciativa desde el primer momento, hasta el reconocimiento exterior, que se materializó con la recogida del Premio Nacional de Educación para el CRA Valle de Valverde, ubicado en la localidad de Burganes.

"No nos esperábamos este reconocimiento público, pues se trata de un proyecto del pasado curso", admite la directora del centro, Marisa Valderas. Ella misma fue a recogerlo con la que fuera la secretaria del colegio, Yolanda Bresme, implicada en este cambio metodológico tanto como los ocho profesores que en la actualidad imparten clase a los 36 niños del colegio. De hecho, el pequeño tamaño del centro le parecía a Valderas uno de los inconvenientes para lograr este reconocimiento. "Para nosotros fue una alegría inmensa, porque desarrollamos un trabajo muy bonito, realizado íntegramente por los niños, pero no teníamos muchas esperanzas, porque a nivel nacional competíamos contra colegios de grandes ciudades", compara.

Está claro que el tamaño en educación no importa, sino que se valoran otros aspectos. "Tenemos motivación, tanto los profesores como los niños, que están acostumbrados a trabajar en grupos de diferentes niveles. Eso nos facilita mucho la labor", agradece. Y es que el colegio de Burganes divide a sus alumnos en la etapa de infantil y luego los cursos de dos en dos, debido al bajo número de niños. "Intentamos desde infantil hasta sexto trabajar con ellos interdisciplinarmente", apunta la directora.

El proyecto premiado, donde los niños eran los propios autores de una historia, de la que desarrollaban no solo la trama, sino el diseño, la producción, la decoración o las diferentes actividades alrededor del cuento, ya está finalizado, pero el CRA Valle de Valverde continúa apostando por las nuevas metodologías. "Este cambio ha supuesto que los niños sean más autónomos y tengan mayor autoestima, porque ven que pueden hacer cosas. Antes tenían problemas de lectura y escritura, pero con este proyecto han mejorado mucho y saben hasta dónde pueden llegar", justifica.

Una de las características del centro es trabajar sin libros de texto. "Es más sencillo para los niños que para los profesores, porque supone mucho más trabajo. Y también para los padres, que carecen de una guía para saber qué preguntarles en casa o qué deberes hacer con ellos", confiesa. "Los alumnos a veces te piden trabajar con alguna ficha, pero la mayoría del tiempo hacemos un trabajo que para ellos supone más diversión, más motivación y, por tanto, un mejor aprendizaje", asegura. Inmersos en la nuevas tecnologías, tienen una página web muy activa (cravalledevalverde.centros.educa.jcyl.es) donde incluso los alumnos cuelgan sus avances diarios en sus propios blogs. Una manera de mostrar al mundo los beneficios de la innovación en la educación.