Conferencias, exposiciones, talleres, mesas redondas, charlas y, sobre todo, experimentos, fueron los protagonistas de la Semana de la Ciencia, organizada por la Dirección Provincial de Educación de Zamora junto con la consejería. El lema d este año ha sido "Innovación en la enseñanza y aprendizaje de las ciencias" y, tal y como explicó el director provincial de Educación, Fernando Prada, el objetivo estaba en que "tanto alumnado como profesorado sean conscientes de que la ciencia está al alcance de todos".

Un total de catorce centros de la capital y la provincia albergaron diferentes actividades durante toda la semana, en las que se implicaron activamente todos los alumnos.

La robótica fue la protagonista del IES María de Molina, donde los niños de sexto de Primaria del colegio Riomanzanas se "enfrentaron" a la programación de diferentes aparatos electrónicos. "Están comenzando a trabajar en el aula, como una actividad transversal dentro de la programación, la robótica a nivel inicial, y aquí tienen la oportunidad de verla a un nivel superior", agradece su tutora, Marta Martín, quien apuesta por esta enseñanza con aplicaciones prácticas.

De esta manera, el profesor de tecnología del instituto, Celedonio del Campo, comenzó explicando programas sencillos que ayudan a que una luz se encienda o a que un ventilador se ponga en marcha a través de un sistema de bloques en el ordenador. "Tienen que descargar el programa en la controladora y ella va pidiendo qué quieren hacer, desde dejar una luz encendida o parpadeando hasta encender un motor", pone como ejemplos el profesor. Tras estas simulaciones a través de la pantalla, llegó el momento de la verdad, donde los alumnos demostraron que la programación ejecutada funcionaba en objetos reales, como una lámpara de 220 voltios o un ventilador.

"Llevan con los ordenadores en el colegio desde los tres años, tenemos una programación para que, progresivamente, se les den conocimientos de informática y vayan practicando. Así van utilizando los ordenadores en diferentes niveles, hasta para la elaboración de algunos trabajos", explica la directora del colegio Riomanzanas, María Teresa Vega. "En su día a día utilizan muchas aplicaciones informáticas y programas, así que cuando se enfrentan a una actividad de este tipo, no les supone una complejidad muy alta", añade su compañera.

La clase práctica en el instituto se completó con la utilización de la impresora 3D, un instrumento que ofrece un plus a la educación. "Se puede sacar cualquier pieza, pero lo interesante es que ellos mismos las diseñen primero a través de un programa", argumenta Javier Tesón, el otro profesor de tecnología del IES María de Molina que impartía este taller.

Otra de las actividades destacadas en la edición de este año de la Semana de la Ciencia fue la organizada por los alumnos del IES Río Duero, quienes elaboraron todo un recorrido por el mundo de la ciencia, desde los primeros descubrimientos del griego Tales de Mileto, pasando por Volta y Galbani, hasta terminar con un guiño a la cocina molecular.

En esta actividad, en la que participaron activamente cerca de noventa alumnos -desde 1º de la ESO hasta 2º de Bachillerato-, se implicaron profesores de todas la materias, con los de tecnología a la cabeza. De este modo, por ejemplo, varias clases de plástica se dedicaron a confeccionar los retratos y murales que decoraron el gimnasio donde se organizó esta original feria de la ciencia, en la que también participaron otros centros educativos, como el colegio de Coreses o, ya en la capital , los centros de San José o José Galera, donde sus alumnos más pequeños, con tan solo cinco años, enseñaban el principio de Arquímedes, llegando hasta hacer volar un globo aerostático.

La muestra se completaba con experimentos de electroestática, electricidad, electromagnetismo, óptica, dinámica, sonido o presión. En el exterior, incluso algunos alumnos participaban en el lanzamiento de un cohete, que despegaba llegando a alcanzar varios metros de altura.

"Los profesores aquí solo estamos de apoyo", advertía José Morocho, titular de tecnología y uno de los profesores más involucrados en esta iniciativa, que se ha desarrollado en coordinación con el CFIE de Zamora y el grupo de trabajo de Ciencia en la Escuela. "Lo fundamental es que el gusto por la ciencia va ya aumentando y creo que con actividades como esta se está consiguiendo. Todo el trabajo y el esfuerzo de estas últimas semanas ha merecido la pena", aseguraba.