Entre los más despistados -alumnos de primer grado- hasta los estudiantes veteranos, que ya buscan los expositores específicos, el polideportivo del Campus Viriato albergó la pasada semana la tradicional Feria de Bienvenida de la USAL, que da el pistoletazo de salida para el nuevo curso. Alumnos de Magisterio, Arquitectura Técnica, Enfermería o Ingeniería Mecánica se amontonaban y guardaban en sus bolsos y mochilas la ingente información en forma de folletos y carpetas, recogidas en todos los puestos de diferentes organizaciones que mostraban su amplia oferta.

Todo un ejemplo más que palpable de que la universidad es mucho más que estudio en el aula. Allí se podían encontrar desde ONG hasta sindicatos y asociaciones que guían a los asistentes hacia cursos de postgrado o el emprendimiento. Es el caso de Íñigo Martín, del Servicio de Empleo de la USAL. «Venimos todos los años para ofrece información sobre trabajo, prácticas y orientación profesional. Enseñamos desde cómo hacer un currículo hasta los departamentos a los que pueden acceder durante la carrera», pone como ejemplos. Comenzar su propio negocio es una alternativa en alza. «Asesoramos sobre emprendimiento, si el alumno viene con alguna idea sobre montar algo por su cuenta. Es algo desde lo que se insiste también desde las aulas», asegura.

Los organizaciones sin ánimo de lucro también tienen su espacio reservado. Cruz Roja, Cáritas, Asprosub, Asociación Española contra el Cáncer o Menesianos repartían sus folletos con diferentes iniciativas humanitarias para los estudiantes. «Aquí les ofrecemos las alternativas para que conozcan las distintas entidades donde pueden hacer un voluntariado de calidad y quizá más centradas en sus carreras», afirma Lucía Temprano, de Trascampus. «Les puede ayudar a su formación, aunque un voluntariado también siempre ayuda tanto al centro como a los destinatarios», añade.

En la Red de Voluntariado de Zamora, también presente en la feria, se engloban todas las asociaciones que existen en la ciudad, lo que conforma una especie de guía sobre estas alternativas. «Somos habituales en este espacio y la verdad es que recibimos una muy buena respuesta de los jóvenes. Les interesa hacer voluntariado porque les gusta ayudar, sobre todo en asociaciones que trabajen con niños. Así también se les abren otros campos, como el de monitor de ocio y tiempo libre o educación social. Los jóvenes zamoranos sí que se involucran», asegura Temprano.

Este año, además, Sanagua Aspace Zamora aprovechó la celebración del Día Mundial de la Parálisis Cerebral para mostrarse por primera vez a los estudiantes zamoranos y apostar por la campaña «Atrévete a conocerme», donde acercaron a sus usuarios al campus. «Queremos derribar los mitos que existen sobre esas personas y que dejen el miedo de cómo hablarles, acercarse a ellos o entenderles. En dos segundos hablando con estas personas se disipan todas las dudas», asegura Susana Gutiérrez, miembro de esta asociación.

Y corroborando el lema «mens sana in corpore sano» también tenía su espacio el Servicio de Educación Física y Deporte de la USAL, quizá el más visual de todos, puesto que, además de contar con un puesto de manzanas para fomentar la alimentación saludable entre los estudiantes, también había muchos alumnos practicando desde escalada hasta bádminton. Esas dos son solo algunas de las opciones deportivas con las que cuenta el campus. «Lo más conocido es el Trofeo Rector, una competición entre facultades, con deportes tanto individuales como por equipos. Cada año tenemos alrededor de 3.100 inscripciones y los ganadores se enfrentan luego con el resto de universidades de Castilla y León», explica Alberto Rincón, director de este servicio. El aeróbic, pilates, taichi, yoga o musculación son algunas de las actividades más demandadas. «También disponemos de espacios deportivos en el campus para practicar algún deporte al aire libre», añade.

En definitiva, todo un abanico de posibilidades de las que los alumnos ya están bien informados.