"Papá, he hecho algunas cosas terribles y he sido adicta a drogas, pero por favor creme, nunca volveré a tomar drogas. Odio Hollywood y no quiero trabajar allí. Necesito ajearme y romper con todo. Dejaré de perder el tiempo con toda esa gente que es mala para mí", según declaraciones hechas públicas por Hollywood.com y recogidas por OTR/Press. Esto es lo que le dijo su hija a Michael Lohan, que relata emocionado como cuando se encontró cara a cara con Lindsay se abrazaron "y no dejamos de llorar durante media hora". Y es que el padre de Lohan no veía a su hija desde hace dos años, cuando ingresó en prisión en Nueva York después de que fuera declarado culpable de conducir en estado de embriaguez, entre otros cargos.

Tras el emotivo encuentro, el padre confirmó que la firme intención de su hija es irse a vivir lejos Hollywood porque "allí es donde ha pasado los peores momentos de su vida". Veremos si se trata de otra promesa más de la pusilánime y alocada Lohan o de un firme propósito para cambiar de aires e intentar, lejos de los excesos hollywoodienses, recuperar su prometedora carrera como actriz.