La crisis hizo que la banca cerrase el grifo del crédito. La concesión de créditos al consumo y los créditos para adquisición de vivienda marcaron sus mínimos durante el primer trimestre del 2013. Este escenario, a priori adverso, fue el que vio nacer la oferta de créditos online.

Que la banca dejase de conceder créditos no significa que los ciudadanos dejasen de pedirlos. La demanda de financiación sigue siendo una realidad que no ha disminuido, en todo caso se incrementa ante un escenario de recortes y cifras de paro altas. Los usuarios, conscientes de que no iban a encontrar financiación en la banca buscan otros canales y ahí empieza a tomar relevancia el mundo online.

¿Cuáles son los factores que confluyen en el crédito online?

- La banca tradicional cierra el grifo de la financiación y el usuario empieza a buscar nuevos canales para encontrarla.

- Los escándalos referentes a la mala praxis de las entidades aumenta la desconfianza del cliente hacia la banca tradicional.

- El usuario comienza un periodo de madurez en el uso de nuevas tecnologías. El e-commerce empiezan a crecer, la seguridad de las transacciones monetarias a través de internet se afianza y a la vez desaparece el miedo del usuario.

- Aparecen entidades bancarias puramente online y empresas autorizadas que se dedican a la concesión de crédito.

El crédito online no es un producto financiero nuevo

El crédito online es una nueva vía para acceder a un producto financiero. El crédito en sí es un contrato mediante el que un prestatario recibe cierta cantidad de dinero de un prestamista, que suele ser una entidad de crédito. A cambio de ese préstamo el prestatario se compromete a devolver dicha cantidad con unos intereses determinados en el contrato a través de pagos periódicos que normalmente son mensuales.

Se considera que un crédito es online cuando podemos obtenerlo a través de internet. La solicitud, el papeleo y la concesión se hace por internet sin necesidad de ir a una oficina. Las principales ventajas de un crédito online frente a uno tradicional son la rapidez ya que suelen ser muy rápidos a la hora de conceder o denegar dicho crédito, la comodidad de no tener que ir a una oficina y la simplicidad del papeleo. Las entidades tienen muy medidos todos los pasos del proceso desde que se solicita hasta que se concede.

El uso de internet para buscar financiación ha abierto la oferta que hay en el mercado a la hora de encontrarla. Los bancos tradicionales ofertan créditos a través de internet, o a través de sus aplicaciones para facilitar la contratación a aquellos que ya son clientes. Las entidades online dentro de su cartera de productos suelen tener créditos personales o hipotecas. Pero también han nacido nuevas fórmulas de financiación como el crowdsourcing, el crowdfunding o crowdlending que funcionan, principalmente, online.

La búsqueda de créditos online también ha propiciado la aparición de comparadores bancarios como iAhorro.com donde el cliente puede encontrar todos los productos de financiación que oferta el mercado e incluso contratarlos directamente.