El mercado inmobiliario continúa su tendencia alcista logrando su quinto mes consecutivo con subidas. Según la última publicación del Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de viviendas vendidas durante el mes de junio obtuvo su mejor resultado en más de tres años y se situó en las 36.856 compraventas, un 19,4% más que en el mismo mes del año anterior.

Durante este primer semestre de 2016, el crecimiento en las ventas de inmuebles ha sido un 16,4% mayor que en el mismo periodo del año pasado. Dentro de estos datos, destaca el incremento de pisos y casas que cambiaron de manos, es decir, en la venta de viviendas de segunda mano, que ha crecido un 24% con respecto a junio del año anterior. Por su parte, el incremento de nuevas viviendas ha sido del 20%.

La vivienda vuelve a ser una inversión interesante

Al aumento en la compra-venta de viviendas hay que sumar el aumento de la rentabilidad en la compra de viviendas para su posterior puesta en el mercado del alquiler. Este tipo de operaciones, denominadas de bajo riesgo, vuelve a ser interesante. Tal y como muestran los datos del Banco de España, al cierre de 2015, la rentabilidad superaba en dos décimas el 8,6% obtenido durante el 2007, año previo a la crisis del sector.

De cara a este año, las previsiones auguran un crecimiento moderado en la inversión inmobiliaria. Esta vuelta al sector del ladrillo debe afrontarse con la idea de que se trata de inversiones a medio-largo plazo con un horizonte temporal entre los tres y los cinco años, mínimo.

El nuevo perfil del inversor inmobiliario

Hoy en día, no existe un perfil único en lo que a inversión en el ladrillo se refiere. Nuevas fórmulas como el ´crowdfunding´ permiten que cualquier persona pueda hacer negocio en el sector inmobiliario y obtener unos ahorros, a un riesgo bajo.

Este novedoso método de inversión dentro del sector inmobiliario busca un perfil de usuario dispuesto a apostar por el micromecenazgo colectivo en inmuebles céntricos y con un alto poder de revalorización. Las aportaciones varían en función de cada persona y de su capacidad económica. Firmas de crowdfunding inmobiliario como Housers cuenta con una ventaja muy atractiva, y es que permite que el importe mínimo sea de 50 euros.

La clave de esta fórmula se centra en la búsqueda de edificios en barrios bien situados en grandes ciudades que permitan encontrar inquilinos de una forma sencilla y rápida. Madrid, Barcelona o Valencia son las urbes donde el éxito de esta iniciativa alcanza un mayor éxito gracias a la alta demanda del alquiler y al aumento de los precios durante los últimos meses.

La primera vivienda comprada en nuestro país a través del ´crowdfunding´ ha sido en Madrid, en el barrio distrito de Puente de Vallecas. Un total de 49 inversores financiaron la compra de una vivienda de 46 metros cuadrados junto a la Avenida de la Albufera por un valor de 62.000 euros, lo que supone un 21% por debajo del precio de mercado de la zona.

Esta vivienda adquirida a través de la plataforma Housers ha sido destinada al alquiler por lo que se estima que la rentabilidad será del 8,7%. Al igual que ocurre con el resto de inmuebles que se adquieren a través de este método, el fin último es venderlos para conseguir un mayor beneficio para los inversores. El crowdfunding inmobiliario ya cuenta con más de 100.000 usuarios, gracias a la iniciativa de Housers, la primera empresa española de inversión en el ladrillo.