Una buena noticia, como ha sido el anuncio de la bajada del precio de la electricidad, se ha quedado en nada. Desde el 1 de octubre y hasta final de año, el precio cae un 2,3% para buena parte de los consumidores, pero otras subidas que se aplican desde ese mismo día, hacen que al final paguemos más que en el mes anterior, un nuevo "palo" para el consumidor, que lleva desde el 2009 viendo como sube su recibo de la luz, ya sea por incrementos de tarifa o por las subidas del IVA. Y es que es el ciudadano el que es víctima de un sector poco liberalizado en el que se intenta a marchas forzadas compensar el llamado "déficit tarifario" con impuestos y subidas que acaban sobre sus hombros.

Actualmente, el precio de la electricidad está compuesto por dos partes que tienen un peso equilibrado, por un lado los peajes eléctricos (que fija directamente el Ministerio de Industria) y otro componente variable que se determina a través de una subasta. Esa subasta se celebró la pasada semana y se saldó con una caída del 4,6%, que afecta a la mayoría de los clientes (20 millones sobre un total de 25) que están acogidos a la Tarifa de Último Recurso (TUR), al congelar el Ministerio de Industria su parte del recibo, el resultado es esta bajada del 2,3%.

Pero frente a esto, los clientes además de asumir la subida de tres puntos en el IVA (del 18% al 21%), se encuentra que el Tribunal Supremo obliga al Gobierno a subir la luz de forma retroactiva, por haber congelado los peajes (igual que en este trimestre) en anteriores ocasiones, lo que supone una elevación del 7%. Así según la asociación de consumidores CEACCU, en lugar de una caída media de 1,65 euros, en realidad nuestro recibo subirá 6,90 euros, suma de 2,25 euros por el alza del IVA y 6,30 euros por la subida de los "peajes". Y lo que es peor, hay un consenso generalizado de que los nuevos impuestos aprobados por el Gobierno para el sector eléctrico se repercutirán en buena parte al consumidor el próximo año.

Los límites del cambio de compañía para el consumidor

Ante este horizonte tan negativo ¿Puede hacer algo el consumidor? Si puede, pero no demasiado. Las empresas eléctricas no ofrecen descuentos suficientemente atractivos, que lleven al consumidor a cambiar de compañía. Por ejemplo, una vivienda media con un consumo anual de luz de entre 3.000 kWh y 6.000 kWh de gas, sólo se ahorrará unos 15 euros el primer año de cambio y unos 50 euros máximo el segundo año si pasamos de la compañía más cara a la más barata, según datos de la Comisión Nacional de Energía (CNE). Estar en el mercado libre supone un ahorro de unos 25 euros al año frente a mantenerse en la TUR (Tarifa de Ultimo Recurso), pero como hemos visto tan sólo 5 millones de usuarios tienen esta tarifa frente a los 20 millones que se siguen manteniendo el precio regulado. Esto sucede de forma muy parecida con los precios del gas, aunque en ocasiones combinando ambas el descuento es mayor, pero muchas veces limitado en el tiempo, con pequeños porcentajes sobre el término fijo y conceptos que no son los más importantes en nuestra factura.

Y es que, al contrario de lo que sucede entre las compañías de telefonía móvil, fija y ADSL dónde sí ha llegado la competencia real en precios y servicios y, por lo tanto, los usuarios se cambia con facilidad, las ofertas de la luz y gas no son un aliciente para el consumidor para dar el paso para cambiarse de compañía. Tan sólo en ADSL nos encontramos con una amplia oferta, que nos permite comparar entre las velocidades que mejor se adapten a nuestras necesidades consiguiendo importantes ahorros.

En definitiva, a escasa liberalización del sector eléctrico, hace al consumidor cautivo de subidas, y sólo consigue pequeños ahorros cambiando de compañía, que puede maximizar siguiendo lo siguientes consejos:

- Analice siempre el descuento temporal que consigue y sobre qué conceptos, ya que en la mayoría de los ocasiones al aplicarse sobre términos que suponen una pequeña parte de la factura, el resultado es un ahorro menor de lo esperado.

- Considere ofertas combinadas de luz y gas, que en la mayoría de las ocasiones aumentan los descuentos promocionales respecto si realiza el cambio individual.

- No olvide otros conceptos que puede que el cambio empeore, como son el mantenimiento de las instalaciones o la forma en la que factura la compañía.

Esperemos mientras tanto que algún día el sector eléctrico alcance un grado de liberalización parecido al de las telecomunicaciones para beneficio del ciudadano. Análisis de iahorro