Irlanda del Norte logró una victoria histórica, su primera en una fase final de una Eurocopa, al superar de manera brillante a una inoperante Ucrania que se complica mucho así su permanencia en el torneo.

Un gol del defensa McAuley al inicio de la segunda parte y otro de Niall McGinn en el último suspiro del partido, que el árbitro suspendió unos minutos en el segundo tiempo por una tremenda granizada, fue la merecida recompensa que logró el combinado norirlandés por el imponente juego físico y correoso que desplegó durante todo el encuentro.

El seleccionador de Irlanda del Norte, Michael O'Neill, se mostró exultante tras la histórica victoria. "Nunca he estado más orgulloso en toda mi carrera de entrenador. No se puede pedir más a un equipo cuando ves que lo ha dado todo", afirmó O'Neill para seguidamente explicar que su estrategia "dio resultado". "El juego que desplegamos fue de gran calidad y corregimos los errores que cometimos contra Polonia", afirmó.