El atacante del Real Madrid Gareth Bale es la cara más reconocible de una selección de Gales que afronta su primer gran torneo internacional desde la Copa del Mundo de Suecia de 1958. La mejor selección galesa de los últimos tiempos finalizó en segunda posición el grupo B en la clasificación, solo por detrás de la todopoderosa Bélgica, y superó a Bosnia-Herzegovina, Israel, Chipre y Andorra. Chris Coleman, su seleccionador, ha construido un conjunto que hace del contragolpe su principal arma, con una defensa sólida con buena salida de balón y un centro del campo de calidad con Aaron Ramsey (Arsenal), Joe Allen (Liverpool), Andy King (Leicester) o Joe Ledley (Crystal Palace). Y en vanguardia confían en el acierto de Bale para superar la primera fase del torneo.