La villa de Alcañices recuperará las antiguas túnicas moradas para las procesiones de Semana Santa. Ángela Calvo Argüello, Beatriz López Esteban, Adela Figueroa García, Marles Fuentes Cruz, Adrián Domínguez Calvo, Genoveva Rodríguez Figueroa y Cristina Aguiar Fuentes son el equipo de costura dirigido por Palmira López Peña que lleva varios días trabajando, contrarreloj, en la elaboración de las primeras 40 prendas que serán custodiadas en el Ayuntamiento, donde los vecinos tendrán que apuntarse para, tras depositar una pequeña fianza, recogerlas en alquiler para procesionar luego con ellas. Ya se han inscrito más de 50 personas, con lo cual habrá más devotos que túnicas. Cada día se elabora una o dos. Junto a estas túnicas, se pretende que aquellos vecinos que conservan las antiguas a buen recaudo en los baúles las saquen para las procesiones de la Pasión. Otra de las novedades de este año en Alcañices está en la procesión del Silencio de Miércoles Santo donde volverán a utilizarse la capas pardas y para finalizar los actos religiosos se degustarán en la plaza de la iglesia las sopas de ajo alistanas patrocinadas por la Junta Pro Semana Santa de Alcañices. Cada comensal abonará dos euros y podrá quedarse con la cazuela de barro conmemorativas de la Semana Santa: se han elaborado 500 por alfareros de Moveros.

Alcañices tuvo una de las cofradías de la Santa Vera Cruz más antigua de Aliste que desapareció a finales del siglo XIX y sobre 1920 nacía la actual «Vera Cruz». Entonces los cofrades desfilaban ataviados con camisas, capirotes y soletas.