La romería La Soledad viven su momento histórico el 2 de marzo de 1714 cuando el vicario general de Aliste, arzobispado de Compostela, Domingo de Bustamante, aprobó el Voto y Concordia hecho por los Concejos de Viñas, Rábano y Sejas, de acudir en rogativa pública cada 8 de mayo, día de aparición de San Miguel, portando cada pueblo sus imágenes e insignias para "implorar de la piedad Divina del socorro de las lluvias". En 1817 el cura de Viñas se negó a hacer la rogativa, la cosecha iba por mal camino y el Concejo recurrió al Vicario que obligo al cura a entrar en razón. Los pueblos saldrían procesionando en dos filas y los seglares irían a cara descubierta, con sombrero y montera en la mano.