La Cofradía de la Concha celebró este Domingo de Pentecostés los actos más importantes del año junto con la romería de hoy, que se prolongará durante toda la jornada a caballo entre la capital y el vecino pueblo de La Hiniesta. Ayer, los hermanos continuaron con el besamanos de la patrona de la ciudad por la mañana y el rezo del Regina Coeli y el Santo Rosario al mediodía. Los aspirantes a la hermandad cumplieron con el paso de la entrada a primera hora de la tarde en el templo románico de San Antolín. Primero, con una charla para explicar a los nuevos miembros en qué consiste La Concha. Más tarde con la ceremonia de acceso y la imposición de medallas, prólogo de la asamblea general.

Los actos giraron en torno a la imagen de la patrona de la ciudad, que ha ocupado, espléndida, el altar efímero colocado por los hermanos en el presbiterio de San Antolín. Como novedad, la recuperación de varias columnas de madera sobredorada, parte de las andas que se utilizaron en procesiones durante el siglo pasado. Estos elementos ya se pudieron ver en la muestra Rosa Escogida, celebrada con éxito por el Museo Etnográfico.

Cumplidas las vísperas, llega el momento de la 725ª romería de la Virgen de la Concha. Como el último año, las obras de construcción del trazado del AVE en el bosque de Valorio hacen variar el recorrido de regreso. Desde Valderrey, la comitiva subirá por el camino de La Lobata hacia el polígono de La Hiniesta para continuar con la calle Lobata, Parada del Molino, Las Vistillas, Venus, Obispo Nieto y Doctor Fleming hasta la ermita de Los Remedios.

La jornada grande de hoy, los actos dan comienzo a las ocho de la mañana con la misa de los romeros en San Antolín, para continuar camino de La Hiniesta acompañando a Nuestra Señora de la Concha. Las paradas están previstas en la iglesia de San Lázaro -donde se entona la Salve a la Virgen del Yermo-, en la Cruz del rey Don Sancho y a la entrada de la localidad de La Hiniesta, donde la comitiva será recibida por los vecinos del pueblo y tendrá lugar el saludo de los pendones y el intercambio de bastones municipales entre la alcaldesa de Zamora y el munícipe de la localidad vecina. A mediodía tiene lugar la misa de hermanamiento, después vino español y a las 14.30 horas, comida en el pabellón.