Cerca de cuarenta romeros apoyados por voluntarios de Protección Civil cubrieron la distancia que separa Benavente del Santuario de la Virgen de la Vega en Cimanes para rendir tributo a la patrona benaventana.

La pequeña peregrinación, durante la que se trasladó en andas una reducida talla de madera de la Virgen, comenzó a las ocho de la mañana en la plaza de Santa María donde se rezó una oración antes de emprender camino hacia San Cristóbal de Entreviñas, primera parada del itinerario. Allí se realizó una ofrenda florar a la Virgen de la Trinidad y los caminantes tomaron un refrigerio antes de seguir camino hacia la cerca población leonesa. Desde este punto se unió a la comitiva el grupo Fole Feroz que ambientó la marcha con el sonido de gaitas y tamboriles.

La comitiva llegó a Cimanes de la Vega poco después de las 12.30 horas. El tiempo respecto la marcha y no fue necesario suspender ninguno de los actos previstos por la lluvia. Los romeros comieron en la explanada que rodea el santuario donde también se habían instalado puestos de almendras garrapiñadas y otros productos.

A las seis de la tarde tuvo lugar el rezo del rosario, una misa y posteriormente una novena. En este acto, que incluyó una ofrenda floral, participó el alcalde de Benavente, Juan Dúo. La jornada finalizó con una procesión alrededor de la ermita y con el canto del himno a la Virgen de la Vega.