La Virgen del Olmo volvió a dar la vuelta a la ermita de Villaescusa llevada en andas por los devotos en una multitudinaria procesión que reúne a los vecinos del pueblo y otros muchos llegados de todo el contorno para honrar a la patrona de La Guareña.

Un desapacible día de primavera recibió a esta fiesta que comenzó con la salida de la comitiva con los representantes municipales y las mayordomas -las hermanas Montserrat y Ana Belén González- desde el pueblo hasta la ermita. A continuación tuvo lugar la tradicional bendición de campos a cargo del sacerdote Antonio Pilo y en medio del deseo general de una cosecha próspera. El alivio de las últimas precipitaciones ha cambiado la cara del campo, aunque "es necesario que llueva más" apuntan desde del sector. Y con ese deseo se procedió a la bendición previa a la misa en honor a la Virgen del Olmo en la ermita que lleva su nombre.

El templo se quedó pequeño en una muestra más de la devoción que los vecinos de Villaescusa y en general la comarca de la Guareña tributa a su Señora. Y con ella los romeros dieron la vuelta a la ermita con el acompañamiento de los músicos y en medio de numerosas muestras de devoción protagonizadas fundamentalmente por los padres que suben a los niños pequeños a las andas de la Virgen para recibir su bendición.

Al término de la procesión y a las puertas del templo se procedió a la subasta de las cuatro andas, en celemines, pagándose 100 por cada uno de dos de los brazos y 50 por cada uno de los otros dos. La recaudación se destinará al acondicionamiento de la ermita. Tras las mejoras en el edificio, arreglo del tejado o los nuevos bancos, la actuación más necesaria sería el arreglo del retablo.

La fiesta en honor a la Virgen del Olmo concluyó con la invitación del Ayuntamiento a rosquillas y limonada para todos los asistentes.

Los devotos quedaron emplazados para gran fiesta de la Virgen del Olmo que coincide con la de La Hiniesta en Zamora.