L a cuarta cita del Pórtico generaba una especial ilusión entre los devotos del repertorio medieval, que no siempre tiene asegurado un concierto. Además, el ensemble Dialogos es una de las agrupaciones más extraordinarias en la interpretación de polifonía primitiva y ya había dejado un impacto enorme en la memoria de los asiduos al festival tras su primera aparición en 2006.

De una forma sencilla podemos decir que la tradición musical de Europa tal y como la conocemos, nace en el canto gregoriano y que es monódica, es decir, que todas las voces interpretan a la vez una misma melodía. Las primeras notas distintas interpretadas junto a la melodía principal son aquello que denominamos polifonía primitiva y se escriben en los llamados troparios, cuya notación es a veces muy difícil de interpretar porque no destinan una altura fija a cada nota musical. El programa elegido por el Ensemble Dialogos se basaba en el tropario de Winchester y Katarina Livljanic, directora del grupo vocal, proponía una de las muchas interpretaciones posibles de las polifonías consignadas en el siglo XI y por tanto coetáneas de la propia iglesia de san Cipriano. Fue una recreación excepcionalmente bella y original, muy sorprendente cuando se simultaneaban teatralmente líneas declamadas y líneas cantadas (Qui post evigilans, Sed cum nulla virum feritas) o en los momentos de hablar entre el canto y el susurro (Pa swefna), narrando la curiosa historia de Swithun, un santo asociado a la catedral de Winchester.

El Ensemble Dialogos se caracteriza también por su voluntad de hacer visible la polifonía y mostrar escénicamente la actividad del discurso musical. Esta es la razón por la que las cuatro cantantes se agrupan, se separan o forman grupos de dos en dos: es una forma de mostrar la propia relación de las voces cantadas. En sus distintas entonaciones solistas, cada una de las cuatro componentes del grupo demostró una altísima calidad vocal, pero esto no es lo más relevante en un grupo cuya máxima calidad consiste en poder cantar totalmente juntas la monodía o líneas simultáneas de polifonía microtonal sin que haya la menor desviación en afinación, ritmo, dirección del sentido de la frase o intensidad de las palabras (Alma fuit vicina dies). Juntas dieron una expresión especial a uno de los de los rasgos más llamativos de la polifonía primitiva, que son los melismas. Denominamos así a las melodías de notas breves que adornan una sola sílaba de una palabra importante (sepulchrum, sacerdotem), siendo quizá el más precioso y expresivo el del Aleluia (Via lux veritas paxque tuorum).