La iglesia románica de San Cipriano dio ayer la bienvenida a la decimotercera edición del Pórtico Internacional de Música de Zamora con "Siete Palabras de Cristo en la Cruz", interpretada por el grupo Los Músicos de Su Alteza. Una representación en la que destacó la expresividad de las dos soprano sobre el escenario y en la que el juego de luces se convirtió en un protagonista de lujo. Las piezas de Francisco Javier García Fajer cobraron fuerza entre los muros medievales del templo y supusieron el inicio del festival de música sacra que contará hoy con otras tres citas programadas.

Con alguna modificación sobre el primero de los programas, Los Músicos de Su Alteza comenzaron su recital en San Cipriano al caer la noche. El concierto arrancó con la Lamentación de Francisco Javier Nebra "Lectio 3ª feria 5ª", una recuperación histórica que se ha estrenado en este concierto. Una situación repetida a continuación, con el dúo de Cristo y San Pedro "¿Por qué, Pedro?", de Santiago Billoni, compositor italiano que desarrolló parte importante de su carrera en México. Se trata de dos piezas obtenidas de antiguas partituras y estrenadas durante el concierto de anoche en la capital. Por último, el grupo interpretó "Lectio 2ª in Sabato", de José de Nebra.

El siguiente episodio, quizás el más impactante por el juego de luces, correspondió íntegramente a las Siete Palabras de Cristo en la Cruz. La organización se permitió jugar con la iluminación de tal manera que cuando se pronunciaba cada una de las palabras, la planta se apagaba por completo y un foco se encendía iluminando directamente el Cristo del altar de San Cipriano, al tiempo que sonaba la palabra con voz en off.

La obra de Francisco García Fajer, que puso comentarios a las palabras sobre la música, fue interpretada con una gran expresividad por las soprano Olalla Alemán y Eugenia Boix. Esta música, impregnada de un carácter dolente, requiere de una gran sensibilidad que las artistas supieron darle al repertorio, para deleite del fiel público congregado en el templo.