Siempre hay quien encuentra las fechas navideñas demasiado cargadas de azúcar, pero lo cierto es que muchos países europeos disfrutan endulzando las fiestas.

A continuación, te enseñamos cuáles son los dulces más típicos de Navidad en países como Italia, Alemania o Bélgica:

Son los dulces de Navidad más populares de Italia desde comienzos del siglo XX. El primero es originario de Milán, mientras que el segundo lo es de Venecia. La diferencia más evidente es la forma, de cúpula en el panettone y estrellado en el pandoro, que además sustituye la miel tradicional de los postres medievales por el azúcar, que lo hace un poco más ligero.

Los monjes medievales de Baviera que inventaron las famosas galletas alemanas de jengibre ponían la masa sobre hostias de pan ácimo antes de llevarlas al horno. Nuremberg fue pionera en la tradición, ya que en el siglo XIII ocupaba un lugar de paso privilegiado para los exóticos productos que llegaban de Oriente. En el XVII, hasta llegó a contar con un gremio de los elaboradores de pan de jengibre, tan exclusivo que sólo se podía entrar en él con una boda concertada.

Existen diversas teorías sobre el origen del turrón, pero todo el mundo coincide en que el empleo de miel y almendras apunta hacia los árabes, quienes llevaban en sus expediciones guerreras reservas del dulce en las alforjas debido a su buena conservación. En el siglo XVI ya se fabricaba en Jijona, en una cocción de miel con clara de huevo y almendras peladas. Hoy, cuando estas se trituran dan lugar al turrón de Jijona, y si son enteras, al de Alicante. El resto de las variaciones vienen dictadas por la moda o la dietética.

En Bélgica hay un pan dulce que se toma el día 25 de diciembre como desayuno y antes de intercambiar los preceptivos regalos de Navidad. Se trata del cougnu, que se presenta con forma de Niño Jesús o de cuna sobre la que reposa una figurita de este o un huevo, símbolo de vida. Hoy en día el cougnu es muy parecido a un brioche, ya que lleva huevos, harina, leche, levadura y pasas, y acostumbra a mojarse en una taza de chocolate caliente.

Se puede definir como una variante del pretzel. La receta original la llevaron del sur los monjes católicos en la edad media, que expandieron su fe y el consumo del dulce a partes iguales por Suecia, Finlandia, Islandia, las islas Feroe, Estonia y especialmente Dinamarca. En este país la pastelería con forma de lazo se consume todo el año dulce o salada, mientras que en Estonia es típica de los desayunos de Navidad y adopta la forma de rosca de canela. La popularidad del kringle llegó a ser tan grande que muchos gremios de pasteleros lo han usado como símbolo durante años.

Son galletas crujientes cuya elaboración en familia es parte de la fiesta. Sus ingredientes son harina, azúcar, margarina, jarabe dulce o miel, así como especias, como clavo, jengibre y cardamomo. La receta tradicional no obliga a añadir pimienta, a pesar de que ha dado nombre a la galleta. Además, se suelen crear casitas con la masa, y la mayor de todas se hace en Bergen.

Las frías tierras escocesas requieren de buenas dosis de dulces calóricos en diciembre, algo de lo que el recetario local no anda corto. El más popular es el shortbread, la galleta de mantequilla que en otras épocas resultaba tan cara que sólo se tomaba por Navidad. También destacan el Christmas pie o pastelillo de Navidad, una tartaleta de hojaldre con pasas, manzana, grosellas, almendras, huevos? y un toque de whisky. El Dundee cake es un pastel de mazapán relleno de almendras.