Los responsables de 35 colegios de la Universidad inglesa de Oxford instaron este lunes a los diputados británicos a proteger los derechos de los comunitarios que residen en el Reino Unido una vez que se active el 'Brexit'.

En una carta abierta divulgada este lunes por el diario 'The Times', estos académicos se dirigen a los parlamentarios británicos, que hoy debaten en la Cámara de los Comunes el proyecto de ley que autorizará al Gobierno activar el 'Brexit'.

En esta sesión, los diputados deberán votar dos enmiendas aprobadas previamente por los Lores -la cámara alta británica-, una de ellas destinada a garantizar los derechos de los ciudadanos de la UE que residen aquí, y la otra contempla conferir poder al Parlamento para vetar un acuerdo final con Bruselas.

En la misiva, los directivos urgen a los diputados de todos los partidos a que respalden las enmiendas y les alertan de que la Universidad de Oxford, una de las más prestigiosas del mundo, "sufriría un enorme daño" si sus profesores, investigadores y personal académico comunitario pierde su derecho a trabajar en el Reino Unido.

En la carta -firmada por la vicerrectora de ese centro académico, Louise Richardson, y los responsables de todos los colegios, excepto tres, que componen la universidad-, se indica que los profesores consideran insuficientes las indicaciones dadas hasta ahora por el Gobierno de Theresa May que apuntan a que probablemente los derechos de esos ciudadanos europeos se contemplarán.

"Nuestros colegas comunitarios no reciben garantías de un Gobierno que les está diciendo que no les va a deportar, pero se niega a convertir en leyes esas garantías; algunos están preocupados, otros, desesperados, ya están haciendo planes para marcharse", dicen los firmantes.

La misiva indica además que "muchos de los empleados (de la Universidad de Oxford) no saben si sus estancias en el extranjero con contratos de investigación serán empleadas en su contra. Otros no saben si sus hijos podrán seguir en el Reino Unido".

Los académicos subrayan que todos esos escenarios constituyen "preocupaciones reales e inmediatas" ante el contexto actual.

Por su parte, el Gobierno de Theresa May ha reiterado en numerosas ocasiones que la reciprocidad a la hora de proteger también a los británicos que viven en el continente será clave a la hora de llegar a un acuerdo con los otros socios europeos sobre el estatus legal de los expatriados.

El pasado fin de semana, el ministro para la salida de la Unión Europea (UE), David Davis, admitió que "comprende" la inquietud de esas personas y reconoció que existe una "responsabilidad moral hacia los ciudadanos europeos".

No obstante, afirmó que "todo el mundo entiende que este es un asunto que tenemos que resolver juntos, británicos y europeos".