Sus quesos han obtenido reconocimientos internacionales como una medalla Super Oro y otra de Plata en la última edición de los prestigiosos premios World Cheese Awards y los responsables de Pago Los Vivales consideran que el secreto de su laureado sabor está, más que en el proceso de elaboración tradicional que desarrollan, en la alimentación de sus ovejas y la calidad de la leche que utilizan, toda ella procedente de una ganadería propia que es "mimada" en la finca Pago Los Vivales de Coreses.

Ello hace que sus quesos tengan cada vez mayor demanda en el mercado y cuando ha pasado poco más de una década desde la puesta en marcha de la quesería, Pago Los Vivales se encuentra en pleno proceso de expansión al acometer una ampliación que le permita llegar a los dos millones de litros de leche al año, un tercio más de lo que produce actualmente. Para ello, se ultima la construcción de una nueva nave de 3.000 metros cuadrados y se habilita una nueva parcela de 1.200 metros cuadrados, lo que permitirá llegar a las cuatro mil ovejas madres reproductoras.

Los responsables de esta industria artesanal agroalimentaria, los hermanos Juan Ángel y José Luis Moralejo, explican que al contar con una ganadería propia eso les permite hacer un queso que es muy homogéneo durante todo el año, ya que siempre se da a las ovejas una alimentación "a la carta" que se elabora en la propia granja utilizando cebada, alfalfa, maíz, soja y paja y para la que se utiliza una mezcla diferente dependiendo del periodo de gestación y producción. Además, en Pago Los Vivales siempre tratan a su ganadería de ovino con criterios de calidad, sanidad y bienestar animal, lo que repercute en la calidad y la cantidad de la leche. Para la elaboración del queso, en Pago Los Vivales únicamente utilizan su propia leche cruda de oveja, productos naturales y el cuajo del lechal, siempre en unas condiciones de máxima higiene y limpieza y siguiendo procesos artesanales de elaboración del queso. Contar con una ganadería propia saneada y evitar el transporte de la leche les permite hacer un queso tierno de tan sólo quince días de maduración y etiqueta azul que no es usual en el mercado, ya que por lo general el periodo mínimo de curación es de sesenta días. Ese queso "extra-tierno" se suma al resto de productos a los que se da forma en los cinchos de Pago Los Vivales: un queso semicurado de entre dos y tres meses de curación y etiqueta verde; un queso curado seis meses de etiqueta negra; un reserva con unos doce meses de curación identificado por su etiqueta burdeos; y el gran reserva, de quince meses de curación y etiqueta plateada.

Esta industria agroalimentaria situada a pocos kilómetros de la capital zamorana vende sus quesos en toda la geografía nacional y destina un 10 por ciento de su producción a la exportación. De esta forma genera empleo en la provincia, ya que en la finca Pago Los Vivales trabajan 24 personas, que se suman a los puestos de trabajo indirectos que se generan a través de proveedores, transportistas y distribuidores. Pago Los Vivales está abierta además al turismo agroalimentario y permite realizar visitas guiadas a sus instalaciones previamente concertadas que habitualmente se programan los domingos por la mañana. Una buena forma de conocer los secretos de un queso de Zamora que triunfa en los concursos internacionales más prestigiosos.