Gustavo Hernández Herrero de Cuelgamures ganó el premio al mejor montón. Él es nuevo en la plaza, pero no sus padres, Amando y Rafaela, que han ganado el certamen en varias ocasiones y que ayer fueron los encargados de recoger la copa de manos de su hijo.

-Tienen un digno sucesor.

-Mi hijo es ingeniero técnico agrícola, ha estado trabajando en empresas, pero lleva un año dedicado a la agricultura como actividad principial. Le gusta esto.

-Los ajos son complemento, en todo caso.

-Es un extra. El tema de la agricultura está muy mal y hay que hacer las cuentas bien hechas porque los números no salen. Es un complemento que tienes, una ayuda, pero no es rentable.

-¿A cuánto tenían que vender la ristra para que fuera rentable?

-Diez euros.Y estamos vendiendo los ajos a los precios de hace diez años, cuando los costes de producción son muchísimo más grandes.