Perucos de Toro, cerezas de Villavendimio, bollos blancos de Sanzoles, legumbres de Ricobayo, pimientos de Moralina de Sayago, pan de Gallegos del Río, nueces, almendras y avellanas de Los Valles o rosquillas de almendra de Argujillo. El ofertorio de productos de la tierra en la Catedral fue todo un festín de las delicias de la provincia. Todas las comarcas, desde Toro hasta Tierra del Pan y del Vino, Aliste, Sayago y Los Valles estaban representadas, junto a colectivos de la capital, con las águedas de San José Obrero, San Frontis, Los Bloques, El Sepulcro y Mujeres en Igualdad, organizadora del acto, quienes también aportaron dulces típicos y vino a la ofrenda, bailada por el grupo Santarén.

Hasta llegar a la Catedral, donde se celebró la misa castellano-leonesa, los participantes habían realizado un amplio recorrido por las principales calles de la capital donde, desafiando a un sol de justicia, mostraron la riqueza de la vestimenta folclórica de la provincia al son de los instrumentos de las asociaciones de Tradición y Música Popular, Doña Urraca, La Morana y un grupo de la asociación de tamborileros, que se unía por primera vez al desfile, como una asociación cultural de Valladolid, ya que es habitual invitar a algún grupo forastero.

En total, más de 400 personas se concentraron en la calle Santa Clara para realizar un recorrido que cada año cuenta con más afluencia de participantes, aumentando también el número de hombres y de niños, por lo que la continuidad de esta tradición de las fiestas de San Pedro está más que asegurada.

Mujeres en Igualdad, organizadora de esta concentración desde hace 28 años, agradeció la "inestimable" colaboración que edición tras edición tienen por parte tanto del Ayuntamiento como de la Diputación Provincial y de Protección Civil para llevar a cabo este encuentro folclórico que finalizó, como todos los años, con baile y música tradicional al ritmo de gaita y tamboril en el atrio de la Catedral.