El dúo Azúcar Moreno, formado por las hermanas Toñi y Encarna Salazar, visita esta noche Zamora en el primer concierto con música en vivo en la Plaza Mayor de estas ferias y fiestas de San Pedro. Tras mucho tiempo separadas, en 2013 volvieron a unirse para subir a los escenarios de toda España.

-¿Cómo están encontrando al público en la gira veraniega que ahora empiezan?

-Estamos muy contentas porque lo hemos cogido muchas ganas. Incluso disfrutamos más ahora que antes. Hemos estado tanto tiempo distanciadas que es como que ahora empezamos de nuevo. Tenemos muchísimas ganas de cantar, de compartir, de estar juntas... De verdad, creo que es la gira más bonita que hemos hecho en muchos años. Nos hemos dado cuenta de que Azúcar Moreno solo funciona si estamos juntas.

-Después de una trayectoria tan dilatada, ¿ahora ven las cosas con más perspectiva?

-Al final el tiempo lo cura todo y pone las cosas en su sitio. El otro día se lo decía a Encarna en una comida: las personas cuando conviven y están mucho tiempo juntas, es natural que discutan porque tienen distintas formas de ver la vida. Pero, cuando hay problemas y te distancias, es en el momento en el que te das cuenta de que al final ella es tu hermana y la sangre tira.

-¿Es muy difícil trabajar con la familia? Sobre todo por el hecho de llevarse problemas del escenario a casa.

-Es complicado. Cuando hay familiares de por medio, el trabajo es más difícil, pero también es verdad que nosotras ya estamos en una edad madura en la que nos hemos dado cuenta de que el respeto es lo más importante.

-Y más cuando se procede de una verdadera estirpe musical como los Salazar.

-Nosotros nos hemos criado en la música y sabemos que es difícil convivir, pero hay que planteárselo y poner las cosas en su sitio. Lo más importante es decir lo que sientes y piensas con claridad, ser uno mismo. Encarna y yo nos hemos dado cuenta de que distanciándonos hemos hecho una tontería, pero también creo que las cosas pasan por algo y gracias a Dios nos ha sucedido lo más bonito: volver a unirnos como hermanas y como artistas.

-¿También harían un "reality" como sus hermanos?

-Sí. Encarna y yo sí nos prestaríamos a hacer un programa para resumir cómo ha sido nuestra vida porque es una historia bonita que a la gente le llegaría. Hemos pasado muchos obstáculos y fatigas que al final hemos superado y eso me gustaría que se supiera. Para llegar donde estamos nos hemos privado de muchas cosas. Nos hemos perdido la infancia y adolescencia de nuestros hijos. Te tiene que gustar mucho el mundo de la música para soportarlo.

-Al final el público solamente percibe la parte amable de la música, del éxito y la fiesta.

-En realidad ese es nuestro trabajo. La gente irá hoy a vernos arregladas y dispuestas a que lo pasen bien para que se olviden de todo. Ellos no tienen que ver la parte fea de la música porque eso se lo queda el artista en el backstage. Estamos muy agradecidos con el público. Un cantante no puede ir de estrella porque es precisamente la humildad lo que te hace grande. La música no está vinculada a ser una maleducada o soberbia, es simplemente un don con el que se nace. Los artistas somos trabajadores como los demás, pero con la cara expuesta.

-En el año 1990, en el festival de Eurovisión, quedaron en una honrosa quinta posición. ¿Cuál fue la clave del éxito de "Bandido"?

-No hay recetas sino que el público te elige. La canción y nosotras caímos bien y ya está. La música es magia. No se trata de que cantes mejor o peor o seas más o menos guapa sino que hay gente mágica. Queda feo decirlo, pero nosotras gustamos mucho entonces y las críticas fueron muy buenas y el público nos eligió. Es el factor suerte, la magia... Depende de muchas cosas. El destino está escrito y nosotras lo teníamos. Cuando fuimos al festival éramos casi dos niñas que vivían en un barrio humilde de Madrid y que no tenían nada. Nos llamaron para ir a Eurovisión casi de casualidad y allí fuimos con todo el corazón para defender nuestro país. A partir de ahí nació Azúcar Moreno y vendimos millones de discos, en España y Latinoamérica fue una revolución. Ahora es imposible que eso pase y hay que buscarse la vida de otra forma. A pesar de todo eso, la música manda y forma parte de la vida y de la cultura y, aunque sea un mal momento, no morirá nunca porque es algo necesario para la vida.

-¿Qué queda de las Azúcar Moreno que triunfaban en los noventa?

-Queda la esencia y todo. Por mucho que pase el tiempo, la gente no cambia y los artistas somos los mismos, pero con más experiencia. Seguimos igual de enérgicas y agradecidas que cuando empezamos.