Si el año pasado lograba el premio a la mejor ristra, éste Amando Hernández, de Cuelgamures, recogía el del mejor montón en nombre de su hijo, Gustavo, de 31 años, que logró el trofeo.

-¿Qué pasa, que usted, su mujer o el hijo ganan todos los años?

-Hombre, todos no, pero aportamos nuestro granito de arena, como se suele decir.

-¿Cual es el secreto del éxito familiar?

-Ahí está, que hay un producto bueno. Nosotros no tenemos que decir nada, lo dice el producto. Si es bueno y es malo, lo dice.

-¿Que tal la feria?

-Este año ha estado bastante animada, ha habido menos ajo que el año pasado, pero creo que se ha vendido mejor.

-¿Ha vendido todo?

-Prácticamente. Me quedan unos atados de pequeños y lo demás esta todo vendido.

-¿Cuanto a traído?

- Mi hijo, cerca de dos mil ristras.

-¿La gente sigue regateando?

-Este año más que otros, porque claro, al haber menos ajos, les piden cada vez más y la gente dice que no. Aunque yo personalmente pido lo mismo todos los años, siempre es la misma presión. ¿Qué queréis, que os los regale?,. no hombre no. .

-¿De calidad, que tal?

-Muy buena. Sigo diciendo lo mismo, el producto lo dice todo: no hace falta ni usar gafas.