Con su derrota en el Pabellón Príncipe de Asturias el MMT Seguros se adentró ayer en "terreno desconocido". Los zamoranos, curtidos en mil y una batallas, vivirán esta semana en una situación que nunca antes había conocido, la de afrontar el partido del próximo sábado en puestos de descenso.

Los jugadores de Eduardo García Valiente y su cuerpo técnico dejaron de depender de sí mismos a la hora de lograr el objetivo de la temporada tras caer frente a Villa de Aranda. Una situación, la de esperar el fallo de otros rivales, que es muy peligrosa pero no es nueva para el equipo.

Los zamoranos ya conocen lo que es tener que esperar un resultado favorable en otras pistas. Lo vivió en Primera Nacional, cuando un único gol le dejó fuera de la fase de ascenso a División de Honor Plata que, una temporada después, viviría y ganaría en Soria. Escenario donde también un marcador, el del duelo entre Handbol Bordils y BM Soria, le permitió lograr el ascenso en la segunda jornada.

De hecho, no hacer falta remontarse mucho en el tiempo para recordar la última gran carambola para los zamoranos. Fue en las dos últimas jornadas de la pasada temporada cuando, desafiando toda lógica, un buen puñado de partidos acabaron con tanteos que permitían al BM Zamora tener la oportunidad de jugar en la élite nacional. Quizá por la experiencia que aportan todos esos antecedentes, en el MMT Seguros no piensan solo en esperar un "pinchazo" de sus rivales, sino en hacer como en todas aquellas ocasiones. Aprovecharlo.

Para ello, los "Guerreros de Viriato" deberán superar varios handicaps. El primer de ellos, el que hace de su futuro más incierto: estar en puestos de descenso. Una posición que nunca había ocupado el cuadro zamorano desde que ascendiera de Segunda División. Ni tan siquiera cuando, plagado de lesiones y en su debut en el Grupo gallego, peleó por la salvación hasta pocas semanas antes del final de la liga de Primera Nacional.

El ocupar la última plaza de descenso en juego puede afectar a los jugadores y dejarse notar en el estilo de juego zamorano, que ya en Aranda y como comentó su técnico "estuvo falto de paciencia".

Precisamente, la ansiedad y el exceso de tensión se ha dejado notar en el equipo zamorano durante otros choques importantes de esta temporada, por lo que estar en el 15º escalón puede suponer un gran problema a un equipo que nunca ha ocupado un puesto tan incómodo en años posteriores.

Sin embargo, el MMT Seguros aspira a que precisamente sea el descenso lo que acabe liberando a los jugadores de ese "freno" que le ha impedido, por ejemplo, mostrarse solvente como local.

El equipo pistacho afronta tres finales y no tiene absolutamente nada que perder ya que, el 15º lugar es hoy por hoy el puesto más bajo de la tabla. Por ello, y porque lleva ya varias semanas preparando este final de temporada (que arrancará el 5 de mayo en el Ángel Nieto frente al colista), en el club zamorano confían en poder recuperar el juego rápido y eficaz de los mejores días. Ese en el que la ambición y la fe resultan innegociables.

De recuperar su versión más destacada, el MMT Seguros podría atravesar con éxito la "nueva dimensión" de la Liga Asobal que está a punto de vivir. Una fase de la misma en la que deberá cosechar el mayor número de puntos posibles frente a Juanfersa Gijón, BM Guadalajara y Fraikin Granollers para tener la posibilidad de echar el guante a sus rivales por eludir el descenso: Globalcaja Ciudad Encantada (que debe perder un punto más que los zamoranos), BM Aragón (dos); BM Guadalajara (cuatro, jugándose la mitad de los mismos frente a los de Viriato); y Ángel Ximénez Puente Genil (que no debería ganar ningún partido).