El Balonmano Zamora hizo ayer historia en el pabellón de La Albericia, donde derrotó por un contundente 27-37 a Go Fit Sinfín. Un triunfo que le bastó para mantener su segundo puesto en la clasificación y lograr la hazaña de ascender a Liga Asobal en su primera temporada en la División de Honor Plata. Hace algo más de una década, un grupo de amigos y amantes del balonmano refundaron el Balonmano Zamora. Un club que comenzó siendo el claro «farolillo rojo» de la última liga jugable en Castilla y León pero que nunca renunció a su sueño: formar parte del elenco de clubes más grandes de España.

No ocurrió enseguida pero con el paso de las temporadas el equipo zamorano no hizo más que mejorar. Fue dando pequeños pasos hasta que reunió bajo su camiseta a un gran grupo de jugadores y encontró en García Valiente a su líder natural. Con ello y el trabajo de una directiva volcada con el cada vez más ambicioso deseo de sus hombres, el nombre de Zamora fue ganando enteros a lo largo de la península. Se subió a Primera Nacional y, pocas campañas después, se destacaba en esta categoría. No tardó en llegar el penúltimo de los escalones posibles y con él, el deseo de un loco: subir a Liga Asobal.

El último de los ascensos no parecía posible en el debut del equipo en Plata, pero si algo tienen los «Guerreros de Viriato» es capacidad de trabajo y coraje. Dos valores que le permitieron adaptarse en un tiempo récord a la nueva competición y, partido a partido, gesta a gesta, situarse el sábado a un solo paso de lo que, en principio, parecía una locura.

El tiempo de espera, repleto de nervios y cargado de la ilusión que cada uno de los cerca de cien aficionados con una camiseta verde transmitía ayer en La Albericia, terminó con el pitido inicial. El comienzo de la batalla de dos conjuntos por la élite, de sesenta minutos en busca de la Asobal.

El partido arrancó con la intensidad esperada. Los zamoranos, sin reserva alguna, comenzaron dominando el tanteo y abriendo el marcador con un gol de Octavio. Eso sí, Go Fit Sinfín respondió inmediatamente y mantuvo el pulso con los pupilos de García Valiente durante varios minutos. No fue hasta el minuto 4, con la primera contra rubricada por Camino cuando el MMT Seguros pudo poner más de un gol de distancia con su rival (2-4, m. 6).

Aún así, los «guerreros de Viriato» sudaban tinta para doblegar a su anfitrión. Un contrincante con una pegajosa defensa, siempre muy atrás, que obligaba a los visitantes a elaborar al máximo cada ataque. Un proceso en el que Salinas apareció como gran finalizador en el pivote. El chileno, con suma habilidad, mantenía a los suyos por delante y forzaba lanzamientos de siete metros que Octavio transformaba con acierto y frialdad.

Los minutos fueron pasando y para nada la tensión y la igualdad decaían sobre la pista. Pero si bien estaba haciéndolo la ofensiva zamorana, no se quedó atrás su defensa. Persiguiendo cada pase, como un sabueso nunca abandona su presa, agotó al plantel cántabro en la circulación de balón y facilitó la tarea para un Miranda que con sus primeras paradas disparaba la renta del Balonmano Zamora (7-9, m. 15). Los hombres de García Valiente empezaban a sentirse cómodos dentro del infierno cántabro.

Tanta seguridad generó el primer cuarto de hora en el MMT Seguros que, la entrada de los hombres de refresco y la primera exclusión visitante afianzó el buen juego zamorano. Un notable ejercicio de balonmano que desarmaba a la zaga cántabra. La calidad del mago Octavio, con sus fintas y su varita convertida en batuta, o el lanzacohetes que Reyes tiene por brazo eran armas imparables para el Go Fit Sinfín. El chileno, además, asestaba con dos auténticos golazos un golpe de moral poniendo los cinco tantos de renta en el marcador (10-15, m. 23).

Con la primera parte bien encaminada, el cuadro de Viriato estaba obligado a no relajarse hasta alcanzar el túnel de vestuarios con motivo del descanso. Y así lo hizo, pese a que su capitán tuviera alguna dolencia en el brazo. El calor de la casi centena de zamoranos desplazados al partido permitía a Jortos recuperarse tras un nuevo «truco» de Octavio y nuevas paradas de Miranda que ponían el 12-18 en el marcador. Una diferencia que menguó en los dos últimos minutos, cuando Salinas fue excluido y Go Fit Sinfín consiguió reducir a cinco dianas antes del descanso (14-19).

Para entonces las noticias que llegaban del resto de partidos de la jornada eran positivas para los intereses del cuadro de Viriato. Alentadoras pero no definitivas, y menos si no se cumplía el primero de los requisitos para la cábala que daba paso a la Liga Asobal: ganar en Santander. Un paso que había comenzado a darse pero que restaba por concretar visto los problemas de los minutos previos al receso.

Una situación que volvió a repetirse tras el descanso, al que se llegó con el público zamorano conquistando La Albericia al grito de «sí se puede». En la primera jugada, y pese a que Miranda paró el siete metros pertinente, la exclusión de Andrés iba a suponer muchos problemas para el MMT Seguros. Un cuadro zamorano que, con uno menos, se atascó en ataque.

Hasta seis minutos tardó en inaugurar el electrónico en la segunda mitad. En ese tiempo, los santanderinos pusieron su maquinaria a funcionar a plena potencia para dejar en solo tres tantos la diferencia entre ambos equipos a favor de los visitantes (16-19). Pero en ese momento, la suerte apareció para guiar el balón a las mallas en un flojo tiro de Jortos y comenzó el festival del MMT Seguros.

Con la «marea verde» sin dejar de alentar a los suyos, llegó el momento de Miranda, absolutamente espectacular los siguientes veinte minutos, y de todos esos jugadores que alguna vez estuvieron cerca de subir a Asobal. Y eso que Salinas tenía que estar atento al rechace de los tiros para devolver la renta perdida a los de García Valiente en el tanteo (17-21, m. 38). No importó el marcaje individual al que sometieron siempre a Octavio. Allí estaba la velocidad de Camino, el disparo de Reyes y como no, Jortos. Un hombre que puso los diez tantos con los que se daba por definitivamente acabado el partido y que acabó también teniendo que sufrir un marcaje individual (18-28, m. 46).

Desde ese momento hasta el final, el MMT Seguros estaba a tres partidos a la vez: Controlando que Go Fit Sinfín no se acercara peligrosamente en el marcador en los minutos que restaban del choque entre ambos y a los partidos que disputaban BM Alcobendas y Servigroup Benidorm. Porque los zamoranos no dependían exclusivamente de sí mismos.

Con gran solvencia logró controlar el primero de los apartados de esta operación del plantel de García Valiente. Nada hubo que temer y sí mucho que celebrar. Tantos de bella factura de Carletes, dianas de Guille aprovechando los espacios y más paradas de un Miranda que suma su segundo ascenso a Asobal. Palabras mayores. El partido culminó con 27-37 en el electrónico y los santanderinos aplaudiendo deportivamente a un Balonmano Zamora que contenía la emoción a la espera de noticias definitivas. El pabellón enmudecía y los rumores se esparcieron como la más atronadora de las explosiones nucleares. Benidorm ganaba de cinco tantos y con eso bastaba, pero las noticias habían dejado de viajar hasta La Albericia antes del pitido final. De pronto, Octavio se acercó a la grada que cantaba sin cesar «que sí, joder, que vamos a ascender» y elevó sus puños al cielo. No hizo ni falta poner la vista en Alicante pues más cerca, en Madrid, el BM Alcobendas solo conseguía ganar de tres tantos al colista de la liga. Ese detalle, y los diez tantos zamoranos, hacían que ya no se dependiera de un triunfo del Servigroup Benidorm que, por si acaso, acabó llegando. De ahí en adelante, el tiempo se detuvo nuevamente en La Albericia. Como ocurriera antes de empezar, los sentimientos cambiaron otra vez las normas de la física y las reglas del universo para dar paso a la celebración más grande vivida por el Balonmano Zamora en su historial, convirtiendo el sueño de siete años en realidad. Alguno, aún ahora, seguro que no se puede creer que sea así.

Lloros, cánticos, abrazos, besos y tantas y tantas muestras de alegría iniciaban el que era el camino en la élite del balonmano nacional para un conjunto, el dirigido por Eduardo García Valiente que cuando nadie lo esperaba logró lo imposible. Que mostró su fuerza aferrándose a la mayor de sus ilusiones cuando todo estaba perdido y no solo sostuvo su huída sino que la atrapó contra pronóstico. Centenar y medio de camisetas verdes y corazones zamoranos pasaban a formar parte de la historia del Balonmano Zamora y de los anales de su ciudad. Ayer comenzó el camino de la ciudad del Duero en la Liga Asobal. Una senda cuyo primer tramo tendrá lugar mañana a las 20.00 horas en un recorrido desde la Plaza de Santiago (sede del patrocinador) hasta la Plaza Mayor, donde seguirá una celebración que ayer conquistó la noche zamorana.

Go Fit Sinfín: Ernesto Sánchez, Pablo Salvarrey, Diego Muñoz (1), David Mewrino (1), Xose Canedo (3), Alberto Pla (2), Alejandro Blázquez, G. Herrero, Alejandro Álvarez (8), Alejandro Incera, José Manuel Herrero (4), Saúl Campo (8), Manuel Castaño y Ramiro Merino.

Balonmano Zamora: Alberto Miranda, Sebastián Ceballos, Diego Reyes (6), Fernando Ruiz, Peli (1), Octavio Magadán (6), Jortos (9), Esteban Salinas (6), Andrés Alonso, Luis Posado, Iñaki Gómez, Guiller (2), Carletes (2) y Miguel Camino (5).

Parciales: 2-3; 4-6 ; 7-9; 8-12; 11-16; 14-19 (descanso); 16-19; 17-22; 18-27; 21-31; 25-34; 27-37.

Árbitros: Álvaro Ruiz Gonzalez y David Zapico Fernandez, asturianos. Exclusiones de dos minutos a los locales Diego Muñiz, David Merino y G. Herrero; y a los zamoranos Diego Reyes, Esteban Salinas y Andrés Alonso (2).

Incidencias. Pabellón La Albericia ante unos 500 espectadores con presencia de aficionados zamoranos.