Una vez superadas las Navidades, todos intentamos regresar a la rutina diaria que nos acompañaba hasta finales de diciembre. Con la llegada de 2014 muchos son los que, además, intentan mejorar su día a día intentando dejar atrás algún vicio como el tabaco, mejorar su estado físico visitando el gimnasio o disfrutar algo más de la vida con la incursión en una nueva actividad que le reporte gran satisfacción. Son los llamados propósitos de año nuevo, intentos de superación que para algunos terminaron ya pocos días después.

El Balonmano Zamora y sus componentes seguro que no son ajenos a esta tradición y, aunque podríamos pensar que la situación en la tabla del MMT Seguros y la tranquila marcha del resto de sus equipos invitan a no realizar sacrificio alguno para obtener una rutina de mayor calidad, no es así. El club presidido por José Antonio Quintana tendrá que realizar un gran esfuerzo para alcanzar el que, presumiblemente, haya sido su propósito para 2014: que todo siga como está o un poco mejor.

Tras un 2013 inolvidable para sus componentes, en el que se ascendió a División de Honor Plata y se participó por primera vez en la fase final de un Campeonato de España de Clubes, la labor que queda por delante no será nada sencilla. Repetir éxito y mantener el rumbo fijado es, cuanto menos, difícil cuando la exigencia del día a día se ha incrementado notablemente. Ya no solo para el primer equipo, sino también para su incipiente base.

El quinto lugar de la tabla, en puestos de ascenso, permite al MMT Seguros mirar con optimismo la segunda vuelta de campeonato pero no ha de relajarse. Debe continuar trabajando con la misma devoción que hasta ahora pues, a diferencia de lo que ocurría en Primera Nacional, en esta liga aún faltan jornadas para que varios equipos queden completamente descolgados en su lucha por la permanencia y la clasificación está bastante igualada.

Tampoco deberá dejar el Balonmano Zamora de batallar en su intento por contar con un filial el próximo año. El tiempo de varios de los jugadores más carismáticos del primer equipo se agota y su relevo aún no cuenta con los minutos suficientes en competición senior como para ofrecer garantías. Talento hay, ahora debe aparecer el factor que este año no se encontró y que es tan importante como un equipo de jugadores con proyección: patrocinadores.

En la base, al club de Viriato le bastará con no volverse loco. Es cierto que hay equipos luchando por objetivos complicados y que, a veces, el esfuerzo no siempre tiene su recompensa pero, echando la vista atrás, las categorías inferiores ya han dado un gran paso adelante no peleando por ocupar el último lugar en todas las categorías como hace unos pocos años. Ahora es cuestión de resultados y, más tarde o más temprano, han de llegar.

Resta esperar que el 2014 no se empeñe en intentar torcer el camino del Balonmano Zamora, cuya trayectoria corresponde al esfuerzo realizado durante años. Desempeño que siempre ha ido más allá del que solemos aplicar a los propósitos de año nuevo y que ha de prolongarse con la naturalidad de fechas anteriores porque, a fin de cuentas, las metas ya estaban marcadas antes de comenzar el año.