Los efectos del cambio climático son cada vez más claros y los mismos se ven reflejados, no sólo en los desastres naturales o los cambios bruscos de temperatura, sino también en la vida de las personas humanas.

Ante tales circunstancias, no son pocas las medidas que se están intentando tomar desde las instituciones públicas, si bien es cierto que la realidad es bien diferente, tal y como se demuestra en el caso de las construcciones de viviendas. "En España se ha construido muy mal durante décadas en cuanto a eficiencia energética se refiere, especialmente durante el boom, pues la normativa ha sido muy permisiva", explica Jaime Llamas, responsable de House Habitat.

Una normativa que se ha visto obligada a cambiar para poder dar respuesta a la nueva ley europea sobre construcción, la 2010/UE/31 -aprobada el 19 de mayo de 2010- que entrará en vigor el 31 de diciembre de 2020 y que obliga a que las nuevas construcciones públicas y privadas, aunque sean 'Nearly Zero Energy Buildings' (nZEB), es decir, edificios de Consumo Energético Casi Nulo (EECN).

"Si tenemos en cuenta que de los más de 25 millones de viviendas que componen el parque inmobiliario español, el 60% se construyó antes de que entrara en vigor la norma básica de edificación sobre condiciones térmicas, que data del año 1979, o antes de que se aplicara el Código Técnico de la Edificación, el trabajo que queda por hacer es enorme", asegura Toni Escudé Poulenc, Arquitecto y Prescriptor de Arquima.

Es aquí donde entran en juego las casas pasivas. Una nueva modalidad eficiente de construcción que está arrasando en otros países europeos y del resto del mundo y que en España está teniendo cada vez más demanda, si bien, en la actualidad, sólo "unas 70 casas pasivas están certificadas en España. Pero son muchas más las que no están certificadas", argumenta el responsable de House Habitat.

Hasta un 90% de ahorro energético

Pero, ¿qué son exactamente las casas pasivas? ¿Cuáles son sus beneficios y por qué son muchos los expertos que consideran, van a ser las casas del futuro? Desde House Habitat nos explican que se trata de viviendas diseñadas y construidas para que no se necesite apenas consumir energía, siendo su característica principal el gran nivel de eficiencia energética.

Para ello se dota a la vivienda de un gran aislamiento en paredes exteriores y cubiertas, es preciso eliminar los puentes térmicos, alcanzar unos elevados valores de estanqueidad de la envolvente del edificio, disponer de ventilación mecánica con recuperación de calor, así como utilizar ventanas y puertas de altas prestaciones.

Y esto, ¿cómo se consigue? "Se dota a la vivienda de un gran aislamiento en paredes exteriores y cubiertas, para lo cual es preciso eliminar los puentes térmicos, alcanzar unos elevados valores de estanqueidad de la envolvente del edificio, disponer de ventilación mecánica con recuperación de calor, así como utilizar ventanas y puertas de altas prestaciones", apostilla Jaime Llamas.

Estas casas, cuyo concepto nació en Alemania en los años 90, "son muy recomendables porque tienen una demanda de energía entre un 75% y un 90% inferior a la de un inmueble tradicional y, si bien su coste de construcción es entre un 3% y un 8% más caro, ese sobrecoste se amortiza entre los 5 y los 10 primeros años, cuando la vida útil de un edificio es de 50 años", añaden desde Arquima.

Casas pasivas, el futuro de la construcción

Tanto Toni Escudé como Jaime Llamas coinciden en señalar que las casas pasivas van a ser las casas del futuro, "Creemos que el sector de la construcción debe encaminarse hacia este tipo de construcciones. No se puede permitir que los edificios sean fuentes de contaminación y que despilfarren energía como ha sucedido hasta ahora. Y consideramos que las mismas han de ser construidas con materiales sostenibles y saludables, con la madera como protagonista", concluye Llamas.

Por su parte, Escudé denuncia que "mientras la mayoría de los grandes países europeos se encamina con rapidez a promover que todos sus edificios de nueva construcción sean de consumo casi nulo, el Gobierno español no ha procedido aún a definir qué es un inmueble de esas características. Bruselas (Bélgica), Frankfurt y Hannover (Alemania), así como la región austríaca de Vorarlberg han regulado al respecto y todas sus nuevas construcciones se rigen por las exigencias del estándar Passivhaus".